Clínica Sancal

Nombre del autor:LAURA SANCHEZ CALVO

Cultura y curiosidades, Prevención

¿Qué debes saber sobre la placa bacteriana?

La acumulación de placa bacteriana es una de las principales causas de las enfermedades periodontales y de afecciones bucales muy comunes como, por ejemplo, la caries. Sin embargo, siguiendo unas pautas de higiene exhaustivas podemos evitar esta formación y, por lo tanto, mantener nuestra boca en salud. ¿Qué es la placa bacteriana? La boca es una cavidad séptica; es decir, una zona en la que conviven diferentes bacterias perfectamente adaptadas a vivir en ese entorno. La presencia de estos microorganismos es frecuente desde que somos niños, resultando perjudiciales para la salud de nuestra boca. La placa bacteriana es una fina película transparente compuesta por las proteínas presentes en la saliva, sobre la cual se adhieren las bacterias presentes en nuestra boca. En caso de no tener una buena higiene bucodental, la mineralización de esta placa da lugar la formación de sarro –o cálculo dental-. El sarro supone, a su vez, un mayor depósito de placa en la boca, pues su superficie es más adhesiva que la de los propios dientes. Su acumulación es la responsable de la aparición de enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, y de las caries dentales. Podemos distinguir varios tipos de placa en función de las bacterias de las que esté compuesta y del lugar en el que se acumule. En función del tipo de bacterias que formen la placa bacteriana, podemos distinguir dos tipos de la misma que difieren en los efectos que tienen sobre la salud de nuestra boca: Denominamos placa cariogénica a aquella formada por bacterias que, tras metabolizar los azúcares de los alimentos, liberan ácidos en la superficie de las piezas dentales. Estos ácidos dañan el esmalte de los dientes, siendo las causantes, por lo tanto, de las caries. Por el contrario, llamamos placa periodontopatogénica a la conformada en por bacterias que liberan sustancias primarias tras metabolizar los azúcares de los alimentos. Son, por tanto, las causantes de las enfermedades periodontales. A esta clasificación, podemos sumarle una nueva clasificación que no resulta excluyente con respecto a la primera en función del lugar en el que se acumule la placa bacteriana. Hablamos de placa supragingival cuando las bacterias se acumulan en las piezas dentales. Normalmente, este tipo de bacterias son cariogénicas. Por el contrario, la placa subgingival se acumulan en el surco gingival y en la bolsa periodontal. Este tipo de placa es, generalmente, periodontopatogénica, y para su acumulación es habitual que, en primer lugar, haya habido acumulación de placa supragingival en las piezas dentales. ¿Cómo eliminar la placa bacteriana? Manteniendo unas buenas rutinas de higiene dental podemos eliminar fácilmente la placa bacteriana. Mediante el cepillado tradicional y el uso de otros complementos de higiene oral tales como, por ejemplo, el hilo dental, evitamos la acumulación de la misma. Por el contrario, la acumulación de sarro sólo podrá ser eliminada a través de una higiene bucodental profesional llevada a cabo en clínica. Es un procedimiento inocuo para el cual no se precisa de anestesia. Mediante el uso de la punta de ultrasonidos, el higienista eliminará las formaciones de sarro presentes en las piezas dentales y por debajo de las encías. ¿Se puede prevenir la formación de placa bacteriana? Para evitar la formación de placa bacteriana es de vital importancia seguir unas buenas pautas de higiene oral. Tan importante es tener en cuenta la frecuencia del cepillado dental como la técnica del mismo. Se debe tener en cuenta que mediante un cepillado después de cada comida no somos capaces de eliminar satisfactoriamente todas las bacterias y los restos de alimentos que causan la placa bacteriana. Por ello, debemos recurrir a otros complementos de higiene que nos aseguren una correcta limpieza oral. El hilo dental está recomendado para eliminar la placa de los espacios interdentales estrechos; es decir, en aquellos casos en los que los espacios entre ambos dientes es reducido. De forma complementaria, y para espacios interdentales más anchos, nos podemos valer de los cepillos interproximales. De cabezal cilíndrico, la elección de uno u otro viene determinada por el ancho del espacio interdental. Están recomendados en aquellos casos en los que la acción del hilo dental resulta insuficiente. El irrigador bucal –o waterpik- es un sistema que, mediante el uso del agua a presión, elimina las bacterias y los restos de comida que se alojan en los dientes y en los tejidos de la boca. Está especialmente indicado en personas que lleven implantes o bien que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia. Por último, no debemos olvidarnos de la importancia de la limpieza de la lengua. El uso del raspador lingual debe ser parte de la rutina de higiene diaria, pues la lengua es la parte de la boca que más bacterias acumula. Los especialistas recomiendan, además, evitar el consumo de productos con alto contenido en azúcares, usar enjuagues bucales dos veces al día tras el cepillado y acudir al especialista a realizarse una higiene bucodental cada 8-10 meses. La higiene bucodental es esencial para conservar nuestra boca en salud. La acumulación de placa no sólo provoca caries y enfermedades periodontales, sino que la presencia de bacterias en la cavidad oral puede generar enfermedades sistémicas o suponer el empeoramiento de diagnóstico de personas que padezcan enfermedades respiratorias, cardiopatías o diabetes. Si quieres saber más sobre la técnica del cepillado, te invitamos a visitar la siguiente página. Si, por el contrario, consideras que necesitas una higiene bucodental profesional, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestra página web o bien llamando al 91 599 64 39.

Prevención

3 causas de los dientes sensibles

En verano suelen aumentar los casos de sensibilidad dental. La sensación de dolor puede alterar placeres como comer un helado, tomar una bebida fría… Pero, ¿Por qué tengo los dientes sensibles? La erosión y pérdida de esmalte, provoca la exposición de la dentina. Las terminaciones nerviosas de los túbulos dentarios provocan la sensación de dolor agudo al consumir ciertos alimentos como helados, bebidas muy frías… De este modo los dientes sensibles pueden alterar la calidad de vida del paciente y también la rutina de higiene bucodental. 3 causas de los dientes sensibles Estas son 3 causas principales del desarrollo de dientes sensibles: Retracción de las encías. Provoca que los pacientes enseñen demasiada encía al sonreír y una de sus principales consecuencias es la sensibilidad dental. También otras complicaciones como la caries destruye el esmalte de forma progresiva, de modo que provoca un dolor muy agudo al tomar alimentos fríos. Cepillado agresivo. Son muchos los pacientes que tienen la falsa creencia de que por ejercer más presión consiguen una limpieza más eficaz. Nada más lejos de la realidad. Un cepillado agresivo provoca la erosión del esmalte. Tratamientos profesionales. Después de algunos tratamientos como la limpieza dental profesional o el blanqueamiento puede surgir la sensación de sensibilidad dental. En general se trata de una sensación puntual que desaparece a los pocos días. ¿Cómo evitar los dientes sensibles? Existen diversas pautas para evitar los dientes sensibles en verano. Una de las más importantes hace referencia a la alimentación. Es muy importante evitar los alimentos ácidos y muy azucarados. Los cítricos, zumos, refrescos… Estos alimentos erosionan el esmalte y provocan la exposición de la dentina. En algunos casos la erosión que provocan los ácidos causa hipersensibilidad dental. Para equilibrar los efectos de estos alimentos es recomendable tomar agua o leche después de consumirlos. Además es fundamental seguir una dieta equilibrada a diario. Para combatir los dientes sensibles, también es aconsejable potenciar el consumo de alimentos ricos en fibra. Otra clave esencial para combatir los dientes sensibles en verano es la higiene bucodental. Recomendamos cepillar los dientes después de cada comida con movimientos suaves y circulares. Además es muy importante incorporar el flúor a la rutina de higiene oral. Este mineral fortalece el esmalte y lo protege de la erosión. Si a pesar de mantener estos cuidados notas un dolor muy intenso al comer alimentos fríos, no dudes en acudir a tu dentista de confianza. En la clínica dental SanCal aplicamos el tratamiento que más se ajuste a las necesidades de nuestros pacientes. Este verano podrás sonreír, comer y hablar sin dolor.

Buenos hábitos, Prevención

6 cosas que haces mal cuando te cepillas los dientes

Todos sabemos que una buena higiene bucodental es indispensable para mantener a raya las bacterias y conservar nuestros dientes toda la vida. Por eso, es muy probable que tengas clara la importancia de cepillarte con determinada frecuencia y durante un tiempo concreto. Sin embargo, puede que no conozcas otros de los consejos que mencionamos en este artículo y te resulten nuevos o, incluso, chocantes. Por ejemplo, ¿sabías que no es bueno cepillarse los dientes nada más terminar de comer? A continuación te decimos cuáles son los errores más comunes que todos cometemos en nuestra higiene diaria: 1. No usas seda dental Por muy sencillo y rápido que sea pasarse el hilo dental después de cada cepillado, es posible que no lo hayas usado nunca. Sin embargo, tenemos que decirte que por muy exhaustiva que sea tu limpieza con el cepillo, es necesario usar seda dental. Ésta permite eliminar los restos de alimentos de pequeños recovecos a los que las cerdas del cepillo no llegan, como los que hay entre los dientes y en la zona de las encías. Si no puedes pasarte el hilo dental después de cada cepillado, te recomendamos que al menos lo utilices una vez al día.   SEDA PARA LIMPIAR DIENTES Y ENCÍAS 2. Tu técnica de cepillado no es la adecuada Si tuviéramos que comparar el cepillado de los dientes con un hábito cotidiano, diríamos que se asemeja a barrer. Por ello, te diremos que elegir un cepillo de cerdas duras y frotarlas fuertemente contra tus dientes no solamente no garantiza una mejor limpieza, sino que además es muy perjudicial. Este hábito desgasta el esmalte y provoca recesión de encías, lo que hace que la raíz de la pieza dental quede expuesta. Esto, además de ser muy antiestético, aumenta mucho la sensibilidad del diente. Por el contrario, una técnica de cepillado adecuada requiere ser ordenado y cuidadoso, para no dejarnos ninguna zona sin limpiar ni dañar dientes y encías. Para conseguirlo, lo más indicado es establecer una rutina de higiene que dure al menos dos minutos. De esta forma, empezaremos con los dientes superiores y seguiremos con los dientes inferiores. En ambos casos, cepillaremos -en este orden- las caras exteriores, las interiores y las triturantes.   3. Te olvidas de la lengua Aunque pongamos todo nuestro interés en cepillarnos los dientes de manera adecuada, la lengua sigue siendo, por lo general, la gran olvidada. Por ello, tenemos que recordarte que una vez hayamos cepillado todos los dientes, es fundamental limpiar la lengua. Para hacerlo, hay algunos cepillos que cuentan con una superficie específica para esta zona de la boca. Si el tuyo no la tiene, te recomendamos que utilices un raspador lingual. La limpieza de la lengua permite combatir las bacterias que tienden a alojarse en esta zona y que además son las causantes del mal aliento.   LIMPIADOR LINGUAL TRAS EL CEPILLADO 4. Tu cepillo tiene más de tres meses El cepillo, o el cabezal en el caso de que éste sea eléctrico, debe ser cambiado cada 3 meses aproximadamente. Hay que tener en cuenta que normalmente los cepillos de dientes se almacenan en el cuarto de baño, lo que significa que están expuestos a cambios de temperatura, al contacto con otros cepillos, etc. Por ello, un cepillo de más de 3 meses no solamente tendrá las cerdas debilitadas y dobladas, lo que implica una limpieza incompleta de los dientes. Además de esto, mayor tiempo de uso conlleva una mayor cantidad de bacterias. 5. Abusas de la pasta de dientes Una pasta de dientes que contenga flúor es la mejor opción para acompañar al cepillo. Sin embargo, es importante reconocer que una mayor cantidad de pasta de dientes no implica una mejor higiene. Aunque en los anuncios que aparecen en televisión veas que la pasta de dientes debe cubrir todo el largo del cepillo, lo cierto es que una cantidad del tamaño de un guisantees suficiente. El exceso de pasta solamente hace que la boca se llene de espuma, produciendo una sensación de limpieza que no es real. EXCESO DE PASTA DE DIENTES  6. No te cepillas los dientes después de cada comida Teniendo en cuenta que los expertos en nutrición recomiendan hacer cinco comidas al día, este último punto puede ser más debatible. Aunque puede resultar lógico que no te cepilles cinco veces al día, hay dos ocasiones que son imperdonables: después de desayunar y antes de irnos a la cama. Además, como último apunte –aunque no menos importante- te diremos que es mejor no cepillarnos los dientes nada más terminar de comer. Esto es porque cuando comemos, el pH de la boca baja y se vuelve ácido. Si te cepillas en ese momento, aumentas la abrasión sobre los dientes. Para recuperar el pH normal, es recomendable enjuagarse la boca previamente con un colutorio o esperar 30 minutos para cepillarnos. Una vez descritos algunos de los errores más frecuentes, ¿sabrías reconocer alguno que estás cometiendo? A modo de resumen, te recomendamos utilizar un cepillo medio o suave para realizar movimientos de barrido en dientes y encías sin llegar a presionarlos. No te olvides de la lengua y usa seda, colutorio y una pasta con flúor, pero sin abusar. Cambia tu cepillo cada tres meses y espera alrededor de 30 minutos para empezar a cepillarte una vez has terminado de comer. Por último, visita a la Dra. Sánchez al menos una vez al año para que te revise y lleve a cabo una higiene profesional. Ten presente que, como en casi todos los aspectos, en Odontología también es mejor prevenir que curar.

Estética dental, Ortodoncia

Tengo los dientes apiñados: ¿cómo puedo solucionarlo?

Los dientes apiñados es una de las alteraciones más comunes entre las personas que no están contentos con la estética de su sonrisa.Son el resultado de una discordancia entre el tamaño del hueso maxilar y de las piezas dentales de una persona. Su consecuencia más conocida es el crecimiento de los dientes rotados, si bien es cierto que más allá de su resultado estético podemos destacar una serie de perjuicios que estas malposiciones tienen en nuestra salud bucodental. ¿Por qué tengo apiñamiento dental? Los especialistas distinguen tres motivos diferentes que pueden causar apiñamiento dental: Por un lado, la herencia genética. En primer lugar, son más proclives a padecerlo aquellas personas cuya familia tenga antecedentes de estas malposiciones. Además, la confluencia de los genes supone que pueda heredarse por parte de un progenitor el tamaño de las piezas dentales y, por otro, el de los huesos maxilares, sabiendo que no siempre tienen por qué adecuarse entre sí. En segundo lugar, malos hábitos infantiles en el periodo de crecimiento de los dientes tales como la succión de los dedos –especialmente del pulgar-, morderse el labio o respirar por la boca en lugar de por la nariz. Además, subrayan la pérdida prematura de dientes provisionales, especialmente los molares, como otras de las causas. Una extracción prematura debido a una caries o una pérdida por traumatismo supone que los dientes ya erupcionados tiendan a ocupar el hueco de la pieza faltante, posicionándose en un lugar que no le corresponde. Por último, por la erupción de los cordales –o muelas del juicio-. Una persona puede padecer apiñamiento motivado por diferentes causas a lo largo de su vida. Además, es muy común el caso de pacientes que se han sometido a un tratamiento de ortodoncia para corregirlo y, por no respetar debidamente la fase de retención, han sufrido malposiciones con la erupción, por ejemplo, de los cordales. En función del grado de apiñamiento y de la manera en la que éste influya en el crecimiento y desarrollo habitual de nuestra boca, podemos distinguir entre apiñamiento leve, moderado o grave. Es este grado de severidad el que influirá posteriormente en las correcciones que deberá llevar a cabo el tratamiento y, por consiguiente, en la duración del mismo. El apiñamiento dental no sólo tiene consecuencias negativas en la estética de nuestra boca, sino que puede tener efectos secundarios en la salud bucodental. Una persona puede sufrir apiñamiento determinado por diferentes causas a lo largo de su vida ¿Qué consecuencia tiene el apiñamiento dental? En un inicio pensamos únicamente en las consecuencias que el apiñamiento tiene para la estética de nuestra sonrisa: unos dientes mal alineados nos generan ciertas inseguridades. Además, el hecho de que el esmalte de éstos no se desgaste de manera homogénea, pues no todas las partes del diente se exponen de la misma forma, sólo contribuye a empeorar la estética de nuestra boca. Sin embargo, el apiñamiento tiene efectos perjudiciales sobre nuestra salud bucodental. Unos dientes mal alineados dificultan la higiene, pues hay recovecos de nuestros dientes que quedan solapados por otras piezas dentales. De esta manera, se favorece la acumulación de sarro y de bacterias en nuestras encías, así como la aparición de enfermedades periodontales como, por ejemplo, la gingivitis y la periodontitis. Además, la acumulación de placa facilita la aparición de otras afecciones bucales tales como caries. Por último, unos dientes mal alineados provocan que las piezas del maxilar superior no encajen de manera adecuada con las del inferior, de forma que las cargas masticatorias no se reparten debidamente y se generan molestias en y sobrecargas en la articulación temporomandibular y dolores musculares. ¿Cómo corregir los dientes apiñados? Si bien los tratamientos de ortodoncia son la solución más común a los problemas de apiñamiento, existen varios tratamientos que corrigen estas malposiciones, y la elección de uno u otro depende tanto del grado de severidad del mismo como de las prioridades del paciente. En caso de que el grado de apiñamiento sea leve o moderado, se podrá corregir con un https://clinicasancal.es/4289/5-motivos-los-ponerte-carillas-dentales/tratamiento de carillas. Las carillas son unas láminas de cerámica o composite de un grosor muy fino -0,3 milímetros aproximadamente- que se colocan cementadas sobre la cara visible –o vestibular- del diente. La diferencia entre ambas es el material del que están hechas: la porcelana, además de ser un material más resistente, no es poroso, con lo cual evita problemas posteriores de tinción. Es un tratamiento muy rápido que, a diferencia de la ortodoncia, permite actuar únicamente sobre un diente y corrige, además, otras problemáticas como la pérdida de color del esmalte de las piezas que lo requieran. Para corregir el apiñamiento con un tratamiento de carillas es necesario realizar un cortorneado estético -o tallado- es decir, una ligera modificación del esmalte dental destinada a corregir la alineación que, en ningún caso, llegará a tocar la dentina. En casos de apiñamiento dental moderado o grave, debemos optar por un tratamiento de ortodoncia. Dependiendo de las prioridades de cada persona y de su estilo de vida, se podrá optar por un aparato fijo –brackets metálicos, zafiro – o removible –Invisalign-. Además, se pautan técnicas complementarias que colaboran en la ganancia de espacios tales como las extracciones de piezas dentales–o exodoncias, especialmente indicadas en los molares- o el stripping. El stripping es una técnica mediante la cual se intenta ganar espacio en el maxilar reduciendo la distancia interdental –es decir, del espacio existente entre dos dientes- a través del pulido del esmalte con unas indicadas para ello. Se puede llevar a cabo de manera manual con las tiras de stripping o bien con unas fresas de pulido. Es una técnica rápida y sencilla, completamente inocua, que no precisa de anestesia. ¿Se puede prevenir el apiñamiento dental? El apiñamiento como tal no se puede prevenir, si bien es cierto que la erradicación de hábitos infantiles típicos tales como chuparse el dedo o la sustitución temprana del biberón por el vaso a la hora de beber puede colaborar a la hora de que el niño tenga, en un futuro, los dientes alineados. Además, una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia es de vital importancia prestarle la atención debida a la fase de retención para evitar tener de nuevo

Buenos hábitos, Prevención

Llevo una prótesis dental removible: ¿cómo tengo que limpiarla?

Como su propio nombre indica, las prótesis dentales removibles -también llamadas comúnmente dentaduras postizas o de “quita y pon”- son elementos artificiales fabricados con material de resina o acrílico que sirven para sustituir a los dientes perdidos. Dichas prótesis juegan un papel fundamental en la vida de quien las lleva ya que, después de haber perdido las piezas dentales originales, permiten restablecer aspectos tan importantes como el habla, la masticación, la deglución o la estética. Si acabas de incorporar este nuevo elemento a tu vida, posiblemente ya te hayas dado cuenta de lo importante que es sentirse cómodo con él. Pero, antes de que llegue este momento, es decir, de que el paciente esté totalmente cómodo con su dentadura postiza, éste necesitará un periodo de adaptación. Durante este tiempo, es posible que el odontólogo deba realizar una serie de ajustes hasta que la prótesis dental se adapte a la boca del paciente. En el caso de que la dentadura postiza no esté correctamente ajustada, los restos de alimentos tenderán a acumularse. Por lo tanto, además de sentir incomodidad, se favorecerá el crecimiento de bacterias. Esto, a su vez, provocará la aparición de mal aliento y de otros problemas, como la enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis). La limpieza de una prótesis dental removible, ya sea de resina (acrílica) o cuente con elementos metálicos es muy sencilla. Sólo requiere agua, jabón y una pastilla especial para prótesis. ¿Por qué tengo que limpiar la prótesis dental? De la misma manera que un mal ajuste favorece el crecimiento bacteriano, el hecho de no limpiar e higienizar correctamente la dentadura postiza también conlleva consecuencias negativas. Por eso, cuando un paciente lleva una prótesis dental removible, es muy importante que sepa cómo debe limpiarla, con qué frecuencia y cuáles son los productos más aconsejables para hacerlo. De esta manera, no solamente se conseguirá que la dentadura postiza no albergue bacterias, sino que además dure muchos años en buenas condiciones, tanto funcionales como estéticas. Y es que, cuando la prótesis dental es nueva, su superficie estará limpia y lisa. Sin embargo, a medida que se va usando y que entra en contacto con los alimentos, el café o el tabaco comienza a deteriorarse. PRÓTESIS DENTAL REMOVIBLE ACRÍLICA ¿Cómo limpio la dentadura postiza en casa? El procedimiento para limpiar una prótesis dental removible es muy sencillo y se realiza con productos que se adquieren fácilmente en farmacias. Además, es fácil de llevar a cabo tanto si estás en casa como si has comida fuera. De esta manera, después de cada comida te recomendamos hacer lo siguiente: Retira la prótesis Cepilla la dentadura postiza con un cepillo especial para prótesis dentales usando agua y jabón neutro. Limpia bien todas sus zonas, tanto la parte rosada como la metálica, si es que la tiene Seca la prótesis y guárdala en su caja. Si no se seca, se favorece el crecimiento de microorganismos Cepíllate los dientes con normalidad, independientemente del número de piezas dentales que tengas CEPILLO DE DIENTES PARA HIGIENE ORAL Pero, además de esto, te aconsejamos que todas las noches, antes de irte a dormir, incorpores un paso más al procedimiento de higiene diaria. Es decir, una vez que te hayas retirado la prótesis, la hayas limpiado y te hayas cepillado los dientes, lo más recomendable es que la introduzcas en un vaso con agua y que disuelvas una pastilla especial para limpiar prótesis dentales. En función del tipo de pastilla que sea, te recomendamos informarte sobre los detalles de su uso, ya que algunas de ellas se deben disolver durante unas horas y otras durante toda la noche. Para ello, puedes consultar con tu dentista o farmacéutico. ¿Qué no debes usar para limpiar y desinfectar tu prótesis dental? Como te hemos indicado previamente, el agua, el jabón neutro y las pastillas especiales para prótesis son los mejores aliados para la limpieza y el mantenimiento de las dentaduras postizas fabricadas con material de resina o acrílico. Sin embargo, a muchos pacientes les resulta tentador utilizar otro tipo de productos que no son nada recomendables. Por ejemplo, no se deben usar productos como la lejía, ya que, a pesar de tener propiedades desinfectantes, es muy perjudicial para la prótesis dental por lo abrasiva que es y porque decolora. Lo mismo ocurre con el bicarbonato o el agua oxigenada, que aunque tengan una apariencia inofensiva, también resultan muy dañinos. Y, por último, tampoco debes usar pasta de dientes. Su uso es beneficioso para la higiene de nuestros dientes y encías pero también resulta muy abrasivo para la prótesis, aunque no lo parezca. Todos los productos mencionados tienen en común que, al ser abrasivos, crean rugosidades en la dentadura, lo que hace que se produzcan filtraciones y se tiña. Aunque sigas rigurosamente esta rutina cada día, es conveniente que acudas a las revisiones periódicas pautadas por tu odontólogo (al menos una vez al año) y que éste revise tu prótesis dental cada vez que vayas a su consulta. De esta manera, podrá determinar si su colocación y ajuste son los adecuados y valorar si la limpieza y el mantenimiento que llevas a cabo son los correctos.

Estética dental

Manchas en los dientes por tetraciclinas: ¿cómo eliminarlas?

Las tetraciclinas son un antibiótico de alto espectro empleado para atajar infecciones respiratorias, del sistema urinario o que afectan al estómago, así como patologías dermatológicas como, por ejemplo, el acné.Pero, ¿qué relación existe entre estos medicamentos y nuestra estética bucodental? Tetraciclinas: la tinción de los dientes Las tetraciclinas son un medicamento de uso masivo que les era suministrado tanto a niños como a adultos, especialmente durante las décadas de los años 60 y 70. Con el transcurso del tiempo se descubrió que su ingesta tenía varios efectos secundarios. Entre ellos destacan los vómitos y cierto malestar estomacal, urticarias y diferentes afecciones a nivel cutáneo, molestias en la boca y dolor de garganta y, por último, la tinción de los dientes. Esta repercusión a nivel oral tiene lugar incluso en casos en los que los dientes no han erupcionado todavía. La tinción que estos antibióticos producen en los dientes es fácilmente reconocible: se trata de unas manchas horizontales de tonalidades grisáceas o marrones que se distribuyen a lo largo de la pieza dental. El grado de coloración del esmalte no depende únicamente del antibiótico suministrado, sino también de la duración del tratamiento. En función de la forma, el color y de la intensidad de estas manchas, podemos distinguir cuatro grados de tinción por tetraciclinas: Tinción de primer grado por tetraciclinas, caracterizada por la aparición de manchas amarillentas o de color gris claro de manera uniforme por la superficie dental. Tinción de segundo grado de tetraciclinas, cuyas manchas son un poco más intensas que las típicas de la tinción de grado I. Tinción de tercer grado, con manchas que oscilan entre tonos grises más oscuros y manchas azuladas. En este caso, las manchas no están distribuidas de manera uniforme: se forman dos bandas horizontales. Tinción de cuarto grado de tetraciclinas, con tinciones muy severas que pueden llegar a afectar incluso a la encía. Si bien estas manchas no tienen ninguna influencia sobre la salud de nuestra boca, sí tienen consecuencias negativas en la estética de la sonrisa de la persona afectada. ¿Cómo eliminar las manchas por tetraciclinas? Hay dos tratamientos recomendados para la eliminación de las manchas provocadas por la ingesta de estos medicamentos, y la elección de uno u otro se hará en función de la severidad e intensidad de la tinción. No todas las manchas por tetraciclinas se pueden eliminar con un blaqueamiento dental, depende del grado de severidad de la tinción. Blanqueamiento dental por tetraciclinas Aquellos pacientes cuyas tinciones dentales no sean muy acusadas –primer y segundo grado de tinción por tetraciclinas- recurrirán a un tratamiento de blanqueamiento dental. El blanqueamiento es un tratamiento destinado a aclarar el esmalte de los dientes, reduciendo la tonalidad del mismo con el fin de conseguir una sonrisa más estética. Es un procedimiento sencillo y muy cómodo para el paciente. Además, obtiene resultados inmediatos y no tiene ningún efecto secundario permanente. Consiste en un tratamiento ambulatorio a partir de férulas hechas a medida de la boca del paciente, dentro de las cuales colocaremos el gel blanqueador. Debemos dejar que el producto actúe en nuestro esmalte durante las horas de sueño, colocando en este momento las férulas en la boca. En caso de que queramos asegurar la estabilidad de resultados, podemos optar por un blanqueamiento dental combinado con lámpara de luz fría –led o láser-. De esta forma, alternamos el uso de las férulas con las sesiones con lámpara, cuya acción potencia la efectividad del producto blanqueador.lámpara de luz fríaClí Si bien es cierto que las manchas, en muchos casos, no llegan a eliminarse de manera total, el blanqueamiento dental rebaja la tinción de las manchas y las hace casi imperceptibles. Sin embargo, este tratamiento no es efectivo en aquellos casos de tinciones profundas impregnadas en el esmalte –tercer y cuarto grado-, de manera que no son reversibles. En estas ocasiones, está recomendado un tratamiento de carillas de composite o porcelana para conseguir una sonrisa más estética. ¿Qué son las carillas? Las carillas son unas finas láminas de cerámica o composite que se colocan cementadas sobre la cara vestibular del diente. Es el tratamiento indicado para aquellos pacientes que quieren mejorar el color y la forma de sus piezas dentales sin tocar la estructura de los mismos. Podemos distinguir varios tipos de carillas: Carillas de porcelana, realizadas en una cerámica muy resistente con alto grado de traslucidez. Tienen un grosor muy fino –aproximadamente el mismo que una lente de contacto-, lo cual da la posibilidad de llevar a cabo el tratamiento sin necesidad de anestesia. Dentro de las carillas de porcelana, podemos distinguir las Lumineers –realizadas en Cerinate y con una estética de apariencia más afín a los estándares de belleza estadounidenses- y las E-Max –fabricadas en disilicato de litio y de apariencia más natural-. Carillas de composite, realizadas a partir de una resina con una estética muy similar al esmalte dental. ¿Qué diferencias hay entre las carillas de porcelana y de composite? En contraste con el composite, la porcelana es un material liso no poroso, por lo que no sufren problemas de coloración o tinción a lo largo del tiempo. Es, por ello, que las carillas de porcelana garantizan una mayor duración del tratamiento. Las manchas por tetraciclinas es una afección muy común, especialmente en personas mayores de 40 años. Para eliminarlas, los especialistas recomiendan dos tratamientos diferentes cuya elección depende de la severidad de las tinciones en el esmalte de los dientes. En ambos casos, estamos ante dos tratamientos mínimamente invasivos que favorecen la estética de la sonrisa del paciente. Si, después de leer este artículo, tienes alguna duda al respecto te invitamos a acudir a la clínica. Tras una valoración de tu caso, la Dra. Sánchez pautará un plan de tratamiento integral que se ajuste a tus expectativas.

Buenos hábitos, cirugía e implantes, Cultura y curiosidades, Estética dental

¿Qué tipos de prótesis dentales hay?

Las prótesis dentales son una opción recomendada en caso de perder una o varias piezas dentales. Permiten sustituir los dientes perdidos y además rehabilitar la estructura dental. Pero hay diversos tipos de prótesis, en función de las necesidades de cada paciente. ¿Cuáles son? Hay diversos factores que condicionan la pérdida dental. En muchos casos se debe a traumatismos o bien enfermedades bucodentales muy avanzadas. La caries y la periodontitis son algunas de las patologías que pueden provocar la pérdida de un diente. En este sentido es fundamental realizar una buena prevención oral tanto en casa como en la consulta. Detectar estas enfermedades orales a tiempo es clave para evitar consecuencias como la pérdida dental. Pero en caso de perder un diente existen varias opciones para recuperar tanto la estética como la funcionalidad de la sonrisa. De hecho muchos profesionales recomiendan los implantes dentales, ya que a pesar de tener más coste son el tratamiento más seguro y duradero en caso de pérdida dental. Pero las prótesis son una opción muy recomendada para sustituir una o varias piezas dentales perdidas. Tipos de prótesis dentales En función de las necesidades de cada paciente es preferible optar por un tipo de prótesis concreto: Prótesis fija. Es la dentadura postiza fija. Se trata de prótesis dentales que quedan adheridas a los dientes naturales, de modo que se respeta la estética y la naturalidad de la sonrisa. Prótesis removible. En general este tipo de prótesis se usa en pacientes que han perdido todas las piezas naturales. Se trata de una estructura completa que sustituye todas las piezas dentales y aporta un aspecto uniforme a la sonrisa. Prótesis sobre implantes. Es una prótesis fija que se coloca encima de los implantes dentales. Aunque es el método más seguro y duradero, también suele ser el que tiene más coste. Los pacientes portadores de prótesis deben mantener una rutina de higiene completa y adaptada a las prótesis. La acumulación de placa bacteriana en las prótesis dentales puede comprometer la salud del resto de dientes y causar el desarrollo de infecciones en las encías. Además también es fundamental visitar con regularidad a la Dra. Sánchez para realizar un seguimiento profesional. En la clínica dental SanCal realizamos un estudio personalizado para adaptar nuestros tratamientos a las necesidades de cada paciente y conseguir los mejores resultados con cada sonrisa. Gracias a estos tratamientos podrás recuperar una sonrisa estética y funcional tras perder uno o varios dientes.

Cultura y curiosidades, Prevención

7 efectos de la menopausia en tu salud bucodental

Con una esperanza de vida de 85 años, a las mujeres españolas no les queda otra opción que sufrir las consecuencias de la menopausia durante el 40% de su vida. De hecho, el aumento en dicha esperanza de vida provoca, a su vez, un aumento en la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. El descenso en la producción de hormonas que comienza a producirse entre los 45 y 55 años de edad, además de los ya conocidos síntomas como los sofocos, los dolores de cabeza y la irritabilidad, provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales. Así, la bajada de los niveles de estrógenos hace que disminuya el efecto inflamatorio de éstos en el cuerpo, lo cual afecta directamente en las encías; del mismo modo que la reducción de progesterona provoca una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, poniendo en riesgo el sustento de nuestros dientes. A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, las mujeres de hoy en día pueden disponer de una dentadura sana hasta la ancianidad. Sin embargo, para ello, será necesario un cuidado especial de la higiene y visitar con regularidad al dentista ya que durante la menopausia se pueden eden padecer algunos de los siguientes problemas: Dolencias bucodentales asociadas a la menopausia 1. Gingivitis descamativa Se caracteriza por la separación de las capas externas de las encías hasta el punto de dejar la raíz del diente expuesta, provocando sensibilidad ante agentes externos como bebidas o comida caliente o fría. También presenta el tejido gingival enrojecido y dolorido con probabilidad de sangrado. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 2. Xerostomía o sequedad bucal Durante la menopausia las glándulas salivales producen menos saliva por lo que se presenta sequedad bucal. La secreción salival es importante debido a su función de mantener los tejidos húmedos y a que favorece que la boca esté más limpia, regulando la cantidad de bacterias presentes en la boca. Su ausencia puede producir dificultades a la hora de saborear alimentos, tragar o incluso al hablar. 3. Síndrome del ardor bucal Se trata de uno de los problemas posmenopáusicos más comunes. Se caracteriza por presentar un fuerte ardor y sensación de quemazón o picor que afecta principalmente a la lengua, y en ocasiones, a las encías y labios. 4. Adelgazamiento de la mucosa bucal Como consecuencia de la reducción en la producción de hormonas, las mucosas de la boca, al igual que las de todo el cuerpo, se vuelven más frágiles y su función protectora se debilita. 5. Caries radiculares Como consecuencia de la gingivitis descamativa, al quedar la raíz del diente expuesta a agentes externos, y agravado por la sequedad bucal, existe una mayor probabilidad de desarrollar caries de origen radicular. De no ser tratadas, podrían llegar a provocar la pérdida de piezas dentales. Una gingivitis descamativa no tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis, por lo que es recomendable mantener un control del estado de las encías. 6. Deterioro dental El envejecimiento va unido a una pérdida de brillo y opacidad en los dientes, que además hace que se vuelvan más amarillos. Pueden, también, presentar desgaste y apiñamiento, lo que contribuye a que la boca aparezca deteriorada, en general. 7. Enfermedades periodontales y pérdida de hueso Existen numerosos estudios que demuestran que existe una relación directa entre las enfermedades periodontales y la osteoporosis. Y es, precisamente, durante la menopausia cuando estos problemas se agravan, ya que la reabsorción de hueso que suele afectar a todo el organismo, afecta de igual modo a la boca, poniendo en riesgo la supervivencia de los dientes con motivo de la merma de hueso maxilar. Es por ello, que será importante llevar un control por parte de un especialista para evitar, en la mayor medida posible, la pérdida de piezas dentales. Algunas recomendaciones y la importancia de la prevención Si bien puede que la prevención no evite por completo la aparición de algunos de los problemas mencionados, es seguro que en gran medida mejorarán. Es por ello, que será vital realizar una buena higiene diaria para mantener bajos los niveles de placa bacteriana, para lo que se aconseja el uso del hilo dental y los enjuagues bucales además del clásico cepillado 3 veces al día. Y además: Realiza al menos una visita semestral a tu clínica dental para que el especialista realice las revisiones pertinentes para controlar los posibles cambios que surgen en esta etapa de la vida. Además, una profilaxis o limpieza dental profesional ayudará a mantener las bacterias a raya. Evita el tabaco, especialmente en los casos de sequedad bucal o síndrome de ardor bucal. Consume alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, E y C que fortalecerán tanto tus huesos como la piel y las mucosas. Bebe mucha agua y, en aquellos casos de sequedad bucal, recurre al uso de sprays hidratantes o colutorios. Escoge una pasta de dientes con índices de abrasividad bajos para que no dañe tus encías y recurre a filamentos suaves en el cepillo de dientes para proteger el esmalte de tus dientes.

Cultura y curiosidades, Prevención

Dolor de muelas ¿Por qué sucede?

El dolor de muelas –u odontalgia- es, junto con la caries, una de las afecciones dentales más comunes. Es un dolor intenso en la mandíbula, susceptible de extenderse a la zona del oído o la cabeza, que presenta picos de intensidad del dolor.Se trata de un dolor agudo que mina la capacidad de actuación de la persona que lo padece. ¿Cuáles son sus síntomas y qué posibles soluciones podemos encontrar a esta dolencia? Síntomas del dolor de muelas En un inicio, la odontalgia se manifiesta como una molestia localizada en la zona de la mandíbula que puede expandirse a otras partes del cuerpo tales como el oído o la cabeza. Generalmente, se ve acompañada de una hinchazón de la zona y sangrado de las encías. El dolor de muelas suele ir asociado a otros síntomas tales como un aumento de la sensibilidad dental, por lo que se vuelve especialmente agudo a la hora de comer o beber sustancias frías o calientes, o estado febril en caso de que, además, exista infección. Este malestar puede tener causas diversas que pueden oscilar entre una caries que no ha sido tratada a tiempo a problemas en otros órganos, tales como el oído, que irradian dolor en la boca. ¿Qué causa el dolor de muelas? Si bien la causa más frecuente del dolor de muelas responde a la presencia de una caries en los molares, podemos distinguir diferentes posibles causantes de este malestar: Presencia de una caries, generalmente debido a una higiene bucodental deficiente. En caso de que la caries no sea tratada, se puede generar un absceso y dañar la pulpa dental –el nervio tendrá contacto directo con la comida, provocando un dolor muy agudo-. Existencia de una enfermedad periodontal como la gingivitis o la periodontitis, que daña los tejidos de soporte de la boca –hueso y encías-. En casos de periodontitis avanzada, los daños son mayores: puede surgir la movilidad dentaria e incluso provocar la pérdida de la pieza dental. Traumatismo dental, generalmente provocado por un golpe violento. En función de la gravedad del accidente puede provocar una fisura dental o, incluso, la pérdida de uno o varios dientes. Bruxismo: en muchas ocasiones, el estrés afecta también a nuestra salud bucodental. Los pacientes con bruxismo chocan los maxilares superior e inferior de manera involuntaria, generalmente en épocas de picos de estrés y durante las horas de sueño. Estos choques provoca una mayor tensión en la articulación temporomandibular y genera dolor de muelas. El crecimiento de un diente dentro del tejido –diente retenido-. La inflamación de zonas que se encuentran conectadas a la boca, lo cual provoca molestias en las muelas por dolor irradiado. Un ejemplo de ello sería la sinusitis: una infección de los senos paranasales que, por proximidad con respecto a las raíces de los dientes del maxilar superior, puede generar molestias en las piezas dentales. ¿Qué debo hacer para aliviar el dolor de muelas? La primera opción es paliar momentáneamente el dolor mediante la ingesta de analgésicos o antiinflamatorios. Además, podemos recurrir a varios remedios caseros que pueden ayudar a minar el dolor de manera puntual: Evitar la ingesta de bebidas y comidas muy frías o calientes, así como de alimentos con alto contenido de azúcares. Aplicar frío en la parte exterior de la zona afectada, así como evitar la presión sobre la misma. Enjuagues con agua tibia y sal. Prácticas popularmente extendidas tales como como la colocación de una aspirina u otro analgésico directamente sobre el tejido de la zona afectada o hacer enjuagues con agua oxigenada pueden empeorar nuestro diagnóstico. ¿Debo ir al dentista si tengo dolor de muelas? Siempre que presentemos dolor de muelas, podemos aliviar momentáneamente el dolor con analgésicos. En el caso de que el dolor persista más de uno o dos días, tengamos fiebre o el dolor irradie a otra zona del cuerpo como el oído o la cabeza, debemos acudir al médico. El especialista valorará la causa de la molestia y, en función de su causa, pautará el tratamiento más adecuado. Si el dolor viene determinado por la presencia de una caries, bastará con eliminar la superficie cariada con un empaste. En los casos de caries profundas que hayan dañado el tejido pulpar se deberá llevar a cabo una endodoncia, que consiste en la extracción del mismo y el posterior sellado del conducto. Siempre que exista una infección, antes de iniciar un tratamiento deberemos atajarla con el suministro de antibióticos. Aquellos pacientes cuyo dolor venga motivado por otra causa como puede ser el bruxismo, en cuyo caso se pautará la utilización de una férula de descarga. En el caso de enfermedades periodontales se iniciará un tratamiento destinado devolver la boca a su estado inicial de salud en aquellos pacientes con gingivitis, o a frenar su avance, en el caso de aquellos que padezcan periodontitis. ¿Cómo prevenir el dolor de muelas? Si bien es cierto que hay ocasiones en las que no podemos evitar el dolor, tal y como es el caso de la molestia provocada por la erupción de los molares, hay otras en las que sí se podría haber prevenido. Por un lado, el hecho de seguir una dieta equilibrada con bajo contenido en azúcaresfavorece la prevención de caries -una de las principales causas del dolor de muelas-. Por otro, debemos incluir unas pautas de higiene oral exhaustivas. En este caso, no basta con cepillarse los dientes después de cada comida, si no que debemos completar nuestra rutina diaria de higiene con el uso de hilo dental –o de un irrigador bucal, especialmente recomendado en casos de ortodoncia- para eliminar los restos de comida que no hemos sido capaces de retirar con el cepillo, o enjuagarnos la boca con colutorio para eliminar la placa. Acude al especialista en caso de que sientas molestia en los molares para que examine tu boca y determine la causa del problema, y recuerda que unas pautas de higiene adecuadas y una dieta equilibrada previenen esta dolencia.

Cultura y curiosidades

Chistes dentistas

En este artículo hemos realizado una recopilación de varios chistes de dentistas que nos han llamado la atención. Esperamos que paséis un buen rato con ellos, pero consiguen hacernos sonreír, y en Clínica dental SanCal queremos que sonrías siempre. Muchos de estos chistes han sido recopilados de entre nuestros followers de Twitter, donde podéis seguirnos en @dentalsancal.  HUMOR DENTAL Chiste Dentista 1: A – ¿Te pusieron brackets? B – No, me comí un Transformer y se me quedaron las migajas entre los dientes… Chiste Dentista 2: A – ¿De qué signo del Zodiaco son las muelas? B – De caries… Chiste Dentista 3: Un señor le dice a otro: Mi hijo deja a todos con la boca abierta. Y el amigo muy impresionado le pregunta: ¿Y qué hace su hijo? El señor le responde: Mi hijo es dentista. Chiste Dentista 4: Un señor va al dentista pues tenía los dientes muy amarillos. Llega donde el dentista y le dice: Doctor, tengo los dientes amarillos, ¿Qué me recomienda? El doctor responde, corbata marrón.    Chiste Dentista 5: Ocurrió en el dentista… A – ¿Nervioso? B – Sí, un poco. A – ¿Es tu primera vez? B – No, ya me había puesto nervioso antes Chiste Dentista 6: ¿Qué premio recibe el dentista del año? Una pequeña placa… Chiste Dentista 7: A – ¿Doctor voy a perder una muela? B – Mire, yo se la voy a dar en una bolsa, ya si la pierde es problema suyo. Chiste Dentista 8: El dentista le dice al paciente: ¿Podría ayudarme? Grite lo más fuerte posible simulando dolor. Paciente: ¿Por qué doctor, eso no es malo para usted? Dentista: Es que hay mucha gente en la sala de espera y no quiero perderme el partido de tenis de las 7. Chiste Dentista 9: El dentista le dice al paciente: ¡Madre mía! Tiene usted la caries más grande que he visto en mi vida, la caries más grande que he visto en mi vida, la caries más grande que he visto en mi vida. Bueno, bueno, no tiene por qué repetirlo tanto. No lo he repetido, ¡Es el eco! Chiste Dentista 10: Una mujer y su esposo tuvieron que interrumpir sus vacaciones para acudir al dentista. Necesito una extracción, pero sin anestesia porque llevo mucha prisa, anunció la dama. Extraiga la muela lo más rápido posible para que podamos irnos pronto. Muy impresionado el dentista exclamó: ¡Qué valiente es usted, señora! ¿Cuál es la pieza? La mujer se volvió a su marido y le dijo: Muéstrale la muela, cariño. ¿Conoces más chistes de dentistas? ¿Cuál os ha gustado más? Dinos tu opinión sobre estos chistes de dentistas y déjanos un comentario con tu chiste sobre dentistas y lo incorporaremos a los que ya hemos publicado para completar esta lista. Muchas gracias de antemano por contarnos vuestros chistes dentistas y opinar. Esperamos haberos sacado al menos alguna sonrisa, que ese era el objetivo de este artículo. Porque cómo siempre decimos TÚ SONRISA ES ÚNICA y de verdad.

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