Una boca sana previene de la afección de dolores cervicales o de cabeza, y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sistémicas -como, por ejemplo, la diabetes-.
Mantener unas buenas pautas de higiene bucodental, así como acudir de manera rutinaria al especialista para que revise el estado de tu boca, son actos que favorecen tu salud dental y previenen la incidencia de distintas afecciones dentales.
Pero, además, actos como mantener una dieta equilibrada o beber una buena cantidad de agua a diario colaboran a mantener nuestra boca en perfecto estado.
En el presente artículo te contaremos cuál es la importancia del agua en la salud bucodental, así como otros sencillos remedios que pueden influir de manera muy positiva en la buena conservación de tus dientes y encías.
Beneficios del agua para la salud
Los especialistas inciden constantemente en la importancia de mantenernos hidratados a lo largo del día.
El agua juega un papel fundamental en distintos procesos de nuestro día a día:
- Favorece el proceso de digestión, y facilita la absorción de los nutrientes de los alimentos.
- Colabora a reducir la sensación de fatiga.
- Elimina las toxinas presentes en nuestro organismo.
- Regula la temperatura de nuestro cuerpo.
- Actúa como un importante lubricante para nuestras articulaciones.
Pero, además, el agua tiene una serie de beneficios para nuestra salud bucodental.
¿Por qué es importante el agua para nuestros dientes y encías?
El agua es una bebida saludable que no contiene azúcares. No sólo contribuye a mantenerte hidratado y a preservar una dieta equilibrada, si no que, además, evita la sequedad bucal y te ayuda a mantener nuestra boca limpia.
El agua, por lo tanto, tiene numerosos beneficios para nuestra boca. Entre ellos, colabora a segregar unos niveles óptimos de saliva y reduce la afección de caries dentales y enfermedades periodontales.
La importancia del agua para segregar los niveles óptimos de saliva
La saliva es una sustancia que producimos de manera natural formada, en un 99% por agua. Desempeña una labor fundamental en nuestra salud bucodental, al tener numerosas funciones beneficiosas para la misma:
- Lubrica las encías y protege los dientes de la acción de los agentes patógenos, arrastrando las bacterias y los microorganismos presentes en la cavidad oral.
- Contribuye a mantener el pH de la boca neutro, evitando que la boca se convierta, por lo tanto, en un medio ácido que favorece la aparición de caries.
- Permite distinguir mejor el sabor de los alimentos, y contribuye en el proceso de deglución colaborando en la formación del bolo alimenticio.
- Favorece el proceso de cicatrización de heridas y pequeñas llagas.
- Ayuda a diagnosticar algunas patologías gracias al análisis de las bacterias presentes en la misma como, por ejemplo, el cáncer oral o enfermedades periodontales -a la hora de determinar las bacterias causantes de las mismas-.
Por este motivo, segregar unos niveles óptimos de saliva resulta de vital importancia. Y, para ello, una buena hidratación resulta indispensable.
En caso contrario, corremos el riesgo de padecer xerostomía -o síndrome de la boca seca-. Esta afección no solo genera molestias a la hora de hablar o masticar, sino que también aumenta el riesgo de padecer la incidencia de caries o enfermedades periodontales, así como de sufrir mal aliento.
El agua: tu aliado contra la caries
La caries es una lesión de la estructura dental provocada por la acción de los ácidos liberados por la placa bacteriana.
La caries debe ser tratada a tiempo, de tal manera que cuando sea abordada solo haya afectado al esmalte dental. En caso contrario, afectará a la dentina y, posteriormente, al nervio dental.
De esta manera, podemos afirmar que una caries muy extensa puede llegar a comprometer la estabilidad de la pieza dental afectada.
A diferencia de otras bebidas azucaradas o ácidas como los zumos de frutas o los refrescos -que contribuyen a hacer de la boca un medio más ácido-, el agua lava con cada trago tu boca de posibles restos de comida y bacterias perjudiciales para tu salud dental.
Esto no significa que un buen enjuague con agua sustituya al clásico cepillado dental: debes seguir manteniendo el hábito de lavarte los dientes tras cada comida, y completar tu higiene oral con el uso de hilo dental o cepillos interproximales.
¿Colabora el agua a evitar las enfermedades periodontales?
La enfermedad periodontal cursa con la inflamación y sangrado reversible de las encías -gingivitis-. En caso de no ser tratada a tiempo, la enfermedad progresa a periodontitis: una patología crónica que comienza con la inflamación de los tejidos de soporte, continúa con movilidad dentaria y, finalmente, puede comprometer la estabilidad de las piezas dentales.
Una higiene bucodental rigurosa es el principal factor de prevención de estas patologías. Por este motivo el agua tiene una influencia muy positiva en la aminoración de la incidencia las mismas: reduce el riesgo de padecerlas, pues, como ya hemos comentado, colabora a limpiar la boca de restos de comida y agentes patógenos.
¿Qué otros beneficios tiene el agua para nuestros dientes y encías?
Además de los citados anteriormente, el agua es empleada como remedio casero en algunas dolencias relacionadas con nuestra boca. A continuación, te damos una serie de pautas que quizá puedan serte de utilidad en un futuro.
- ¿Te has quemado la lengua? Para reducir la sensación de irritación, es recomendable que te enjuagues con agua fría o leche. Recuerda que la aplicación directa de hielo puede contribuir a aumentar más la sensación de irritación.
- Si has iniciado un tratamiento de ortodoncia con un método fijo -brackets metálicos, brackets de zafiro o brackets linguales-, notarás que te es más complicado acceder a todos los recovecos de tu boca. Por ello, los especialistas recomiendan el uso del waterpik. Se trata de un cepillo que, mediante el uso de agua a presión, eliminará de manera satisfactoria todos los restos de comida que no has podido retirar con el cepillado tradicional. De esta manera, mantendrás una buena higiene bucodental durante tu tratamiento de ortodoncia y, por lo tanto, tu boca en salud.
- ¿Tienes llagas o alguna herida en la boca? Te recomendamos realizar enjuagues de agua con sal para favorecer su cicatrización.
- Refuerza el esmalte de tus dientes bebiendo agua fluorada para mantener tus dientes libres de caries.
Los expertos recomiendan beber una cantidad aproximada entre 2 y 2,5 litros de agua al día. Y, como ves, la misma tiene numerosos beneficios para tu salud general y para preservar el buen estado de tus dientes y encías.
Sigue las pautas recomendadas por tu odontólogo de confianza, acude de manera periódica a las revisiones recomendadas e incorpora el hábito de beber agua a tu día a día para presumir de sonrisa.