Hace unos años vimos como una moda estallaba en nuestras calles: el vapeo. El cigarrillo electrónico nos promete dejar de fumar tabaco normal para cambiarlo, y fuera de que éste tenga e efecto prometido o no, lo que nos preocupa es cuán saludable es uso de los vapeadores.
Tras algunos años se han publicado determinados estudios por parte del sector académico odontológico. Como en el resto de los campos, cuando se detecta que una novedades es potencialmente peligrosa y podría ser nociva para la salud de los pacientes, se busca realizar ensayos para determinar la inocuidad del producto.
Durante el 2012 se realizó una encuesta sobre los vapeadores. Los datos decían que tan solo un 9% de los fumadores había sustituido el tabaco por el vapeador, y un 40% ni siquiera había oído hablar acerca del vapeador.
Fue un poco más tarde cuando se desataría la explosión en el mercado, con cada vez más y más tiendas de vapeadores abiertas con agresivas técnicas de marketing.
Si bien prácticamente todas las tiendas no duraron mucho más que la propia moda en sí (modas como hemos podido ver que van apareciendo cada cierto tiempo y desaparecen tan rápido como aparecieron) sí que muchas personas han abandonado el tabaco de forma definitiva para pasarse a este tipo de dispositivo.
Vapeadores: ¿Qué sabemos de ellos?
Los abanderados de los vapeadores nos dicen que el propio vapeo en sí no es más nocivo que un cigarrillo normal y que hay ciertas personas que confeccionan los líquidos en sus propias casas, pero aun y así no tenemos claros cuales son los efectos secundarios tras una exposición de décadas.
Lo que sí se supone que está confirmado es que no existen los vapeadores pasivos, eso es al menos lo que dice un estudio realizado en España. Este nos indica que después de haber analizado la presencia de sustancias presentes en ambos productos (tanto en tabaco como en cigarrillo electrónico) determinan que la presencia de la nicotina en los cigarros electrónicos es ínfima si la comparamos con la presencia que deja el tabaco.
Esto es una buenísima noticia si tenemos en cuenta que se estima que aproximadamente, uno de cada dos fumadores terminará falleciendo debido a complicaciones debidas al tabaquismo. Además, fumar se calcula que reduce la esperanza de vida aproximadamente en unos 10 años.
En el mercado podemos encontrar todo tipo de líquidos, incluidos aquellos que también contienen nicotina. Dependiendo de la marca encontramos diferentes concentraciones de esta nociva sustancia, por lo que no podemos hablar de una determinada peligrosidad. Será la marca la responsable de la formulación de los líquidos.
La cantidad de nicotina que contiene este producto es variable, ya que dependerá del líquido que estemos consumiendo. Usualmente y al ser un método para dejar de fumar encontramos concentraciones sensiblemente más bajas que en aquellos cigarrillos tradicionales, pero no por haber menos deja de ser perjudicial para nuestra salud oral.
Nicotina: La gran enemiga de la boca
Recordemos que la nicotina es extremadamente perjudicial para la sonrisa: esta afecta tanto a la boca, la lengua y las encías. También tiene un impacto negativo relativo al desarrollo de patologías periodontales además de causar problemas como halitosis e inflamaciones orales.
Dejar el tabaco debe ser una prioridad para todos aquellos que cuiden su salud., ya no sólo de su sonrisa, sino en general. Pasaremos a explicar de forma rápida y sencilla alguno de los problemas que el tabaquismo causa en nuestra boca.
- Recesión gingival: La recesión gingival tiene un estrecho vínculo con el tabaquismo. Recordemos que este hábito tiene un impacto negativo en las defensas del cuerpo para combatir la enfermedad de las encías. Además, la combustión del cigarrillo causa algunos cambios en el tejido bucal que pueden favorecer una acumulación de bacterias, por lo que también estaremos favoreciendo el acúmulo de placa. Los fumadores también sufren una disminución de la capacidad de respuesta de los vasos sanguíneos. Esta combinación hace a los fumadores pacientes muy susceptibles a la recesión gingival, y cuando aparece hace que también se multipliquen los efectos.
- Mal aliento: La presencia de nicotina en el cuerpo también inhibe la secreción salival normal, por lo que es muy normal encontrar a pacientes que sufren de sequedad oral. También puede irritar las mucosas y las vías respiratorias, por lo que muchos pacientes fumadores refieren este malestar general. Por otro lado tanto las sustacias del vapeador como la del tabaco tradicional se adhieren a las mucosas de la cavidad oral, por lo que se genera un olor característico en el aliento.
- Bruxismo: SI bien sabemos que la causa principal del bruxismo es psicológica, también puede verse afectada incrementando su problema debido a estimulantes como la nicotina, la cafeína u otro tipo de drogas. La cafeína está considerada un estimulante capaz de disparar los músculos, por lo que se aumenta el rechinamiento dental, lo que causa un desgaste oral considerable en la boca.
Enfermedades orales y tabaco: Las consecuencias son graves
Sabemos que es muy extraño que pacientes no fumadores usen el cigarrillo electrónico, de hecho como antes comentábamos este es usado por pacientes que fumaban más de una cajetilla al día y lo que buscan es reducir el consumo o directamente dejar este hábito.
Todavía falta mucho por estudiar y descubrir si realmente existen efectos nocivos derivados del uso del cigarrillo electrónico más allá de los propios de la nicotina, por lo que se recomienda cautela y precaución, siempre utilizar líquidos de marcas de calidad contrastada y una vez dejemos de fumar tabaco tradicional, tratemos de dejar el cigarro electrónico.
Aproximadamente en España encontramos 2000 nuevos casos de cáncer oral, una patología cuya tasa de mortalidad es de aproximadamente el 50% a los 5 años. La mejor medida que podemos tomar para evitar esta patología tan grave es dejar de fumar, no sólo el bolsillo nos lo agradecerá enormemente, también nuestra salud mejorará nada más dejar este hábito, y rápidamente notaremos los cambios. Si quieres dejar de fumar pregúntale cómo a tu dentista de confianza, él te explicará los pasos adecuados para que puedas volver a sonreír sin pensar en un cigarrillo.