Clínica Sancal

Primeros dientes del bebé: Mitos a desmentir

Todos sabemos que los primeros dientes del bebé , más allá de ser una ilusión a la vez que un dolor de cabeza para los padres, son muy importantes. Cuidar estos pequeños dientes será fundamental para evitar patologías como la caries de leche; perder estos dientes puede suponer complicaciones para la dentadura definitiva en un futuro.

Los primeros dientes constan de 20 piezas. Estos son los conocidos dientes de leche. Cuidar de ellos es fundamental incluso antes de que salgan, mediante la correcta limpieza de la boca de los pequeños.

Si bien todos sabemos que los primeros dientes suelen molestar mucho a los niños cuando esta sale, debemos saber que hay ciertos mitos que desmentir.

Mitos acerca de los primeros dientes de leche

Hay que saber que el desarrollo de los dientes será diferente en cada niño. Muchos factores influyen, un buen ejemplo de esto es la herencia genética, pero no se queda aquí. También hay que tener en cuenta la alimentación y el tipo de higiene que estamos siguiendo.

Pasemos ahora a hablar acerca de los mitos con los que nos encontramos más frecuentemente respecto a los dientes de leche de los más pequeños:

  • Los niños pierden el hambre cuando les salen los dientes de leche

No es que los niños pierdan el apetito mientras les salen los dientes, sino que sencillamente el dolor que sienten hace que eviten el masticar e ingerir, debido a las molestias que están sufriendo, lo que hace que rechacen ciertos alimentos. Podemos optar por ofrecer alimentos blandos o líquidos, siempre evitando abusar del azúcar.

  • Los dientes de los niños salen a los 6 meses

Como decíamos antes cada niño es distinto, por lo que dependerá de sus factores particulares cuando comenzará a desarrollar la dentición. Lo normal es que esto ocurra a partir de los seis meses, pero en ningún caso debe ser constatado como un hecho fehaciente. Sí que es recomendable que nuestro odontopediatra de confianza realice una revisión del pequeño si no ha desarrollado los dientes a partir de los 18 meses.

  • La erupción de los dientes debe seguir un patrón

Si bien existe un orden, no significa que los dientes de todos los niños vayan a erupcionar de la misma manera. Es recomendable que el odontopediatra realice un seguimiento de la erupción de la dentición para que valore que todo está correcto. Si lo está, no hay nada más que temer.

Cuida los dientes de tu bebé, incluso antes de que le salgan

  • Mientras los dientes están saliendo, el bebé sufrirá mocos, fiebre y babeo

Si bien es normal ver como el bebé babea de forma notoria mientras sus primeros dientes están saliendo, no es tan normal que moquee. Un aumento muy ligero de la temperatura también es plausible, pero si el niño tiene fiebre puede ser debido a una debilitación del sistema inmunitario. Ante la duda, mejor consultar con el pediatra.

  • La erupción dental causa diarrea

Como ocurre con los mocos y la fiebre, la diarrea en el bebé no tiene por qué tener relación alguna con la erupción dental. Puede ser motivada por reacciones alérgicas, por problemas digestivos… Nuevamente, el pediatra será la opción más recomendable.

  • Puedes darle fármacos al bebé para recudir el dolor

Está completamente desaconsejado el uso de fármacos para aliviar este tipo de dolores en los niños. Sólo adormeceremos un tiempo las encías, y no podemos tener permanentemente medicado al niño. Podemos usar remedios inocuos como los mordedores fríos.

  • No hay que tocar la boca mientras le salen los dientes

Esta creencia es directamente perjudicial. De hecho, debemos limpiar su boca con frecuencia, ya que de lo contrario pueden haber consecuencias muy problemáticas para el correcto desarrollo de los dientes de leche. Es recomendable que limpiemos la boquita con mucha delicadeza y evitemos presionar las zonas inflamadas.

El odontopediatra juega un papel fundamental

Como vemos hay mitos que realmente no tienen justificación alguna, y que aunque podemos tratar de seguirlos con la mejor de nuestras intenciones en realidad estaremos consiguiendo un efecto contraproducente.

Ante la duda, la mejor solución siempre pasa por preguntar a nuestro dentista de confianza. Él será el encargado de arrojar luz ante nuestras inquietudes y nos brindará todo el apoyo que necesitamos para asegurarnos de estar haciendo un buen trabajo con los más pequeños de la casa.

Asimismo, una revisión periódica para que el odontopediatra determine que estamos cuidando bien los primeros dientes de los niños será fundamental para asegurarnos de que no sólo su boca está libre de enfermedades, sino que también el desarrollo que está llevando es el correcto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio