Sin embargo, para otras es un problema estético que plantea, incluso, problemas de confianza y autoestima. A aquellas personas a las que la sonrisa gingival les supone un complejo, es muy importante decirles que, en la mayoría de las ocasiones, tiene fácil solución. Existen varios tratamientos -con cirugía y sin cirugía- que pueden corregirla, aunque dependiendo de cada caso se debe emplear uno u otro. Los tratamientos para corregir la sonrisa gingival son: cirugía ortognática, gingivectomía, ortodoncia e infiltraciones de botox
¿Qué es la sonrisa gingival?
En primer lugar, se debe señalar que el concepto de sonrisa gingival es diferente en cada persona, ya que los gustos y la percepción varían de una a otra. Por tanto, lo que a algunos les puede parecer un rasgo atractivo, a otros les puede parecer un defecto que afea la sonrisa.
Y, además, la sonrisa gingival suele ser más estética en mujeres que en hombres. Esto se debe a que si la relación entre encía, dientes y labios no es excesivamente desproporcionada, puede aportar dulzura y un aspecto aniñado. Pero aunque la estética no dependa totalmente de unas medidas concretas, los odontólogos hemos tratado de acotar este concepto.
Con ello, consideramos que un hombre tiene sonrisa gingival cuando al sonreír muestra más de dos milímetros de encía. Por su parte, en las mujeres la sonrisa gingival se considera a partir de los tres o cuatro milímetros de encía.
Asimismo, se debe destacar que mostrar una cantidad de encía mayor de lo habitual no conduce a un problema o patología por sí mismo.
Hay algunas personas que creen que la sonrisa gingival puede dar lugar a problemas periodontales. Sin embargo, esta problemática no se produce a no ser que la exposición de encía sea extrema.
¿Por qué muestro tanta encía?
Las principales causas de la sonrisa gingival son:
- Maxilar largo: el maxilar largo se da cuando se produce un sobrecrecimiento en sentido vertical del maxilar superior.
- Erupción pasiva alterada: cuando se produce una anomalía durante el proceso de erupción dental, parte de la corona del diente se queda cubierta por la encía.
- Posición dentaria baja: se produce por la sobreerupción de los incisivos superiores debido a una falta de contacto con los inferiores
- Labio superior corto o con mucha movilidad: el labio se desplaza excesivamente hacia arriba y provoca que se enseñe mucha encía.
Lo más frecuente es que la sonrisa gingival se deba a una erupción pasiva alterada o a una posición dentaria baja.
Por tanto, en el siguiente punto vamos a detallar qué tratamientos deben realizarse tanto en estos casos mayoritarios como en los demás.
¿Cómo se soluciona la sonrisa gingival?
Una vez que hemos realizado el diagnóstico y, por tanto establecido la causa a la que se debe la excesiva exposición de encía, se puede determinar cuál es el tratamiento más adecuado:
Maxilar largo:
Cuando la causa de la sonrisa gingival es tener un maxilar demasiado largo en relación con nuestra cara, es necesario llevar a cabo un tratamiento quirúrgico conocido como cirugía ortognática.
La cirugía ortognática es una especialidad dentro de la Medicina que permite modificar los huesos de la cara y colocarlos en una posición óptima.
En el caso de los pacientes que se someten a este tipo de operación a consecuencia de una sonrisa gingival, la cirugía ortognática consiste en realizar cortes en los huesos para poder mover el maxilar superior y llevarlo verticalmente hacia arriba.
Erupción pasiva alterada:
En el caso de que el paciente presente una sobreexposición de encía debido a una erupción pasiva alterada, el tratamiento que se debe realizar también es quirúrgico, aunque mucho más sencillo.
La erupción pasiva alterada hace que mostremos un diente excesivamente corto, ya que durante su erupción se ha producido una anomalía y la encía no se ha retraído lo suficiente. De esta manera, ésta tapa una parte de la pieza dental que debería estar descubierta.
En estos casos, llevamos a cabo una gingivectomía. Este procedimiento consiste en contornear la forma de la encía para, de esta manera, descubrir la parte del diente que debería ser visible.
Con esta cirugía, que en nuestra clínica realizamos con un bisturí eléctrico, no dejamos cicatriz y el paciente consigue tener un postoperatorio muy llevadero.
Posición dentaria baja:
Como hemos mencionado previamente, una posición dentaria baja se produce por la sobreerupción de los incisivos superiores, que no encuentran el contacto con los inferiores.
Al contrario que en los casos anteriores, la solución para corregir este defecto no es un procedimiento quirúrgico, sino que consiste en llevar los dientes a la posición adecuada. Para ello, se debe realizar un tratamiento de ortodoncia.
Labio superior corto o con mucha movilidad:
En los casos en los que la sonrisa gingival se debe a un labio superior corto o con mucha movilidad, es necesario alterar la acción de los músculos de dicho labio.
Para ello, es posible realizar infiltraciones de botox, que lo que hacen es evitar que el músculo ejerza demasiada fuerza. Y, de esta manera, el labio no se elevará tanto cuando el paciente se ría. Así se podrá controlar que la persona enseñe la cantidad justa de encía.
En este último caso, no estaremos abordando la causa tanto como en los casos anteriores, ya que no modificamos la encía, ni el maxilar ni el diente.
Sin embargo, se pueden disimular muy eficazmente los efectos de un labio corto o con mucha movilidad.
Sea cual sea el tratamiento que se debe llevar a cabo para corregir la sonrisa gingival, los principales beneficios de cualquiera de ellos son principalmente estéticos puesto que permiten al paciente tener una sonrisa más bonita.
Al reducir la altura de la encía, el diente se verá más grande y la sonrisa lucirá más armónica y proporcionada.