Clínica Sancal

salud bucal

Buenos hábitos

10 alimentos que te ayudan a mantener los dientes sanos.

Qué gran verdad es esa de que eres lo que comes. Pero, si hablamos de los dientes y concretamente de su salud, habría que variar un poco el dicho por “eres lo que masticas”. Vamos a citar 10 alimentos que, sin saberlo, actúan como aliados nuestros en la lucha contra la placa, la desmineralización y el refuerzo de nuestros dientes. Existen ciertos alimentos de forma natural limpian, dan brillo y nos defienden contra las bacterias que pueden causar daños en nuestros dientes y encías. Como ya señalamos, la mayoría de las personas está convencida de que tener una sonrisa limpia y sana es importante no sólo en el ámbito social sino también en el profesional. Así que hoy nos vamos detener un poco en esos alimentos que tienen ese plus de beneficio para nuestra sonrisa señalando algunos de ellos: La piña puede ayudar en el blanqueamiento. Hay estudios que indican que la bromelina de la piña actúa como un “quitamanchas natural” y también contribuye a luchar contra la placa bacteriana. El jengibre tiene efectos anti-inflamatorios que pueden ser buenos para los tejidos blandos de la boca como las encías y contribuir a disminuir el riesgo de cualquier dolencia de éstas. Las zanahorias contienen vitamina A, la cual se necesita para tener un saludable esmalte dental. Si las consumes crudas estimularás la secreción de saliva que es el limpiador natural de tu boca. De hecho masticar cualquier vegetal crujiente (como el apio, por ejemplo) tiene el potencial de limpiar tus dientes de forma natural -pero hay que seguir con el cepillado, a ver si ahora nos vamos a cambiar los cepillos por un manojo de verduras-. La albahaca es un antibiótico natural que actúa reduciendo las bacterias en la boca. Gracias a varios de sus aceites esenciales y distintos tipos de ácidos inhibe el crecimiento bacteriano en tu boca. El queso es rico en proteínas, calcio y fósforo, todo lo cual ayuda contra la guerra química constante que tiene lugar en tu boca contra los ácidos que producen las bacterias. Además, tanto el calcio como el fósforo contribuyen a remineralizar tus dientes. Las semillas de sésamo también contribuyen a luchar contra la placa dental, lo mismo que masticar nueces, además del calcio que ya de por sí tienen. Las setas shitake tienen un compuesto polisacárido llamado lentinan que a parte de sus propiedades anticancerígenas, también inhibe el crecimiento de bacterias. Las cebollas y el ajo también contienen compuestos sulfurosos que también les sientan fatal a las bacterias que causan caries… siempre que se consuman crudas, ya que cocinadas pierden estas características. El salmón es una buena fuente de calcio y vitamina D, otro nutriente necesario para la salud de huesos y dientes. El brócoli contiene hierro que ayuda a formar una película resistente al ácido en nuestro esmalte. Sin duda son buenos aliados en la salud bucal pero recuerda que el cepillado y el cuidado diario son fundamentales para ella así como las revisiones periódicas con tu dentista de confianza. Para estar tranquilo con tu boca, en Tres Cantos y alrededores visítenos en Sancal donde nuestro equipo integral de especialistas están a tu servicio para todo lo que tú, tu boca y la de los tuyos podáis necesitar.

Cultura y curiosidades

Una razón más para una boca sana: El amor.

Hay una canción clásica de los años sesenta del siglo pasado cuyo estribillo decía algo parecido a: “si quieres saber si te quiere, está en sus besos” de la que luego Cher hizo una versión que también tuvo mucho éxito. Lo que ni una ni otra canción mencionaban en sus versos eran los 80 millones de bacterias que estaban implicadas en cada uno de los besos. Es la primera vez que hablamos del “zoo ambulante” que somos cada uno de nosotros, con miles de millones de microorganismos en nuestro cuerpo. Es lo que se conoce como el microbioma humano y que resulta literalmente vital para multitud de funciones. Las últimas investigaciones han puesto de manifiesto algunos de los factores más importantes para tener un sano microbioma personal y entre ellos figura nuestra genética, la dieta o la edad. Pero nuestro entorno, en el que se incluye las personas con las que interactuamos, también afecta a nuestro propio microbiota (que también se llama). Así, nuestras propias bocas poseen más de 700 tipos de bacterias que, obviamente, se ven influidas por quienes tenemos más cerca, especialmente por nuestras parejas. El equipo de investigación holandés que ha llevado a cabo el estudio dice que los efectos exactos de los besos íntimos en las bacterias de la boca no se habían analizado hasta ahora, por lo que querían saber en qué medida las parejas compartían su microbioma oral. La conclusión no ha podido ser más clara: a más besos, más similares son. Para estudiar más a fondo los efectos se tomaron 21 parejas que rellenaron un test sobre sus “costumbres besadoras”, incluyendo por supuesto la media y frecuencia de los besos más íntimos. Por íntimos, dice Remco Kort, director del estudio, se entendían aquéllos con contacto de lenguas e intercambio de saliva, lo cual según parece, es un comportamiento exclusivo de humanos presente en el 90% de culturas conocidas. Tras tomar una muestra de las bocas de cada persona del estudio y compararla con el test, se confirmó que cuando las parejas se besan íntimamente con frecuencia sus microbiomas salivales se vuelven similares. Nueve o más besos de este tipo al día implica una colección de microoganismos en la boca prácticamente iguales a los de la pareja. Contando bichitos Era necesario saber cuánto “amor” en forma de animalitos se transfería en un beso. Así que una persona de cada pareja tomó una bebida probiótica -de esas tipo yogurt líquido que sube las defensas- y besó a su compañero o compañera (que no lo había hecho) y la cifra fue espectacular: en tan solo 10 segundos de beso apasionado cambiaron de residencia (de boca a boca) 80 millones de bacterias probióticas. No obstante no es una situación constante. Las bacterias de la saliva “de visita” tienen una estancia pasajera en nuestra boca ya que son eliminadas por el continuo flujo de líquido, sin embargo aquellas que se sitúan en la lengua son capaces de colonizar y proliferar en la nueva superficie. ¿Y todo esto a qué viene? Pues viene a que bien sea por amor o por cualquier otra causa, nuestra boca es un sitio húmedo, calentito y abierto a ser visitado por microorganismos de todo tipo que tienen en este ambiente un lugar perfecto para prosperar. Ahora sólo imagina besar a alguien con una higiene dental deficiente. Exacto, tras leer esto sabrás que no sólo va a transmitirte “buenos sentimientos” con ese beso. Añade a eso una pequeña lesión que tengas en la boca y…¡bingo! infección al canto. En SanCal estamos para asesorarte en todo lo que necesites sobre tu salud bucodental y nos tienes en tres Cantos a tu disposición para todo tipo de consultas. https://clinicasancal.es/#cita

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