Clínica Sancal

reconstrucción

Ortodoncia

Tengo los dientes separados: ¿Cómo puedo corregirlos?

Aunque la separación entre los dientes (diastema) es más frecuente en los niños, también hay personas que llegan a la edad adulta con diastemas. Entre éstos, hay algunos adultos que están contentos con la apariencia dulce y aniñada que otorga dicha separación. De hecho, en los últimos años, el diastema ha adquirido la categoría de moda y son muchas las modelos y actrices que lo lucen sin complejos. Los diastemas no presentan grandes desventajas ni son malos por sí mismos, siempre y cuando llevemos a cabo una buena higiene bucodental. Sin embargo, hay muchas personas a las que no les gusta su aspecto. Si éste es tu caso, te estarás preguntando cuál es la mejor manera de corregir la separación de tus dientes. Esta respuesta depende de las causas a las que se deba el diastema.   Dichos motivos pueden ser: Inserción baja del frenillo del labio superior: se da cuando el frenillo labial superior ha crecido más de lo habitual, por lo que baja hasta los dos incisivos centrales superiores e impide que éstos se junten. Desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes: se produce cuando el hueso maxilar se ha desarrollado mucho y es demasiado amplio para los dientes, por lo que éstos no pueden ocupar todo el ancho del hueso. Succión o empuje de la lengua contra los dientes: se origina cuando se interpone o se empuja la lengua contra los dientes de forma prolongada en el tiempo. Este gesto puede deberse a un simple hábito o a una lengua más grande de lo habitual (macroglosia). En función de la causa, existen diferentes tratamientos: Carillas o reconstrucciones de composite Las reconstrucciones y las carillas de composite son una solución cuando existe desproporción entre el tamaño del hueso maxilar y los dientes, así como cuando el diastema de debe a la succión o empuje de la lengua contra nuestras piezas dentales. CARILLAS PARA CORREGIR DIASTEMAS   En el primer caso, la separación se debe a que los dientes son demasiado pequeños para el hueso maxilar. Por tanto, éstos no pueden ocupar todo el espacio disponible y no llegan a juntarse. Cuando el origen del diastema es éste, los espacios pueden ser generalizados o localizados entre cualquier par de dientes de la boca. En el caso de la succión o empuje de la lengua contra los dientes, los huecos son localizados, ya que se producen en los incisivos centrales superiores. Lo que hacen, por tanto, las carillas o las reconstrucciones en ambos casos es rellenar y disimular esos espacios vacíos. Pero, además, las carillas no sólo pueden corregir la separación de los dientes, sino otros aspectos estéticos que no nos gustan: el color, la forma o la posición.  Ortodoncia Los tratamientos de ortodoncia -ya sean con cualquier tipo de bracket o con las férulas Invisalign– pueden ser una solución para los tres motivos mencionados previamente. Esto se debe a que en muchas ocasiones los espacios entre los dientes no se solucionan con un único tratamiento, sino con una combinación de dos.   ORTODONCIA INVISALIGN Por ejemplo, las carillas o reconstrucciones de composite pueden corregir por sí solas la separación entre los dientes cuando éstos están perfectamente alineados y el paciente solamente necesita que rellenemos y disimulemos unos determinados huecos. Sin embargo, la realidad es que hay muy pocas personas que, sin haberse realizado un tratamiento de ortodoncia previo, presenten una buena alineación. Por tanto, si el paciente tiene, por ejemplo, los dientes torcidos, lo más adecuado es llevar a cabo un tratamiento ortodóncico y posteriormente colocar carillas o realizar reconstrucciones de composite. Frenectomía La frenectomía es una pequeña cirugía que se lleva a cabo cuando el frenillo del labio superior ha crecido más de lo habitual y baja hasta los incisivos centrales superiores, provocando que los dientes se separen. En este caso, los espacios entre nuestras piezas dentales son localizados, ya que solamente se producen en los incisivos centrales superiores. Al igual que hemos mencionado en el punto anterior, en el caso de que los espacios entre los dientes se deban a la inserción baja del frenillo labial superior, para cerrarlos será necesario combinar dos tratamientos.   DIASTEMA POR FRENILLO LABIAL SUPERIOR En este caso, se deberá combinar la frenectomía con un tratamiento de ortodoncia. Como ves, las causas por las que se producen los diastemas son diversas. Por ese mismo motivo, el tratamiento para juntar los espacios entre los dientes debe ser personalizado para cada paciente. Si quieres saber cuál es el tratamiento indicado para tu caso, el ortodoncista es el profesional de la Odontología más adecuado para determinar tus necesidades. Pide tu cita gratuita

Cultura y curiosidades

Tengo un diente amarillo, ¿cómo puedo blanquearlo?

Cuando nos fijamos en alguien, la sonrisa –y los dientes– centran gran parte de la atención que depositamos en el rostro. Por ello, su apariencia juega un papel muy importante. Además de una forma, tamaño y posición indeseados, hay un aspecto estético que preocupa a nuestros pacientes especialmente: el color. Ninguna persona quiere lucir una sonrisa con dientes amarillos. Por eso, cuando los pacientes acuden a nuestra consulta interesados en unos dientes más blancos, tienen claro que uno de los tratamientos que pueden ayudarles a acabar con este complejo es el blanqueamiento dental. Y es que esta mejora que los pacientes creen que van a conseguir con este tratamiento está constatada. Según un artículo publicado en la revista científica Quality of Life Research, a los tres meses de haberse sometido al blanqueamiento, los pacientes ya han comenzado a percibir el impacto positivo que tiene éste en su propia percepción estética. Y, lo que es más, en su calidad de vida desde el punto de vista psicológico. Una vez otorgada al tratamiento la importancia que se merece, vamos a comenzar a desgranar cuáles son los diferentes medios que tenemos a nuestra disposición para blanquear la sonrisa. ¿Qué tipo de blanqueamiento dental necesito? Lo que muchas personas desconocen es que además del blanqueamiento externo tradicional que todos conocemos, existe el blanqueamiento interno. Por este motivo, es importante conocer las diferencias entre ambos. Aunque el dentista pueda determinar en la consulta cuáles son tus necesidades, es recomendable que, como paciente, acudas informado acerca de las características principales que existen entre ambos. Para ello, en el siguiente apartado te vamos a explicar cuáles son las diferencias entre el blanqueamiento interno y el blanqueamiento externo. Diferencias entre blanqueamiento interno y blanqueamiento externo A grandes rasgos, podemos decir que existen dos diferencias fundamentales entre los tipos de blanqueamientos mencionados. Vitalidad del diente Una de las diferencias entre el blanqueamiento dental interno y el externo es que el primero se realiza sobre dientes no vitales y el segundo sobre dientes vitales. Si lleváramos a cabo un blanqueamiento externo tradicional en un diente no vital, no obtendríamos ningún resultado. Esto se debe a que los factores responsables de las decoloraciones que hemos descrito previamente tienen lugar en la cámara pulpar. Por este motivo, el proceso blanqueador del diente tiene que llevarse a cabo desde dentro, es decir, desde las estructuras internas de la pieza dental. Número de dientes Otra de las diferencias entre ambos tratamientos es que el blanqueamiento externo se realiza sobre el conjunto de los dientes, a excepción de los molares, ya que estas últimas piezas dentales son menos visibles. Por su parte, el interno se practica de manera localizada, en aquellos dientes que han sufrido una decoloración cuyo origen está localizado en la cámara pulpar. Una vez dicho esto, es necesario aclarar que ambos tratamientos son compatibles y que muchas personas prefieren combinarlos para obtener mejores resultados. ¿Qué es el blanqueamiento dental interno? Ahora que hemos realizado las distinciones correspondientes, vamos a explicar con detalle qué es el blanqueamiento interno. El blanqueamiento interno es un tratamiento que se lleva a cabo únicamente en dientes que han sido previamente sometidos a una endodoncia o, lo que es lo mismo, no vitales. Este procedimiento permite devolver el color blanco a piezas dentales que, por diferentes motivos, han sufrido una decoloración. A grandes rasgos, esta técnica consiste en la aplicación de un producto blanqueador dentro del propio diente. Aunque se puede realizar en cualquier pieza dental endodonciada, se lleva a cabo en el sector anterior sobre todo, por ser el más visible. Dicho sector anterior incluye los incisivos (centrales y laterales) y los colmillos. Además, una de las principales ventajas de este procedimiento es que es mínimamente invasivo, ya que el proceso blanqueador no lesiona ni merma los dientes. El color oscuro puede aparecer tras una endodoncia o después de que el diente haya sufrido un traumatismo ¿Por qué tengo un diente amarillo? Hay distintos motivos por los que una persona se somete a un blanqueamiento interno. Por un lado, la desvitalización del diente puede producirse tras una endodoncia, ya que cuando se “mata el nervio” la pieza dental tiende a cambiar de color con el tiempo. Además, el oscurecimiento asociado al tratamiento endodóntico también puede deberse a un fallo durante el procedimiento, a que éste se haya realizado de manera incompleta o a la utilización de materiales pigmentantes. Por otro lado, el color oscuro también puede ser consecuencia de un traumatismo recibido en el diente, que tras el impacto se ha necrosado y ha cambiado su tono.   BLANQUEAMIENTO INTERNO – ANTES BLANQUEAMIENTO INTERNO – DESPUÉS ¿Los dientes amarillos tienen solución? Los dientes amarillos son un motivo de preocupación para muchas personas, especialmente cuando no saben a qué se debe. Como acabamos de mencionar, en muchos casos, la decoloración se debe a un golpe recibido hace años -durante la infancia o la adolescencia- y el paciente no es capaz de acordarse. Sin embargo, te recomiendo que ni te preocupes ni obsesiones con tener unos dientes blancos. Afortunadamente, la Odontología moderna tiene soluciones para prácticamente cualquier necesidad, por lo que esto no es una excepción. Cómo aclarar el diente: tratamiento paso a paso Como ya hemos mencionado anteriormente, el requisito fundamental para poder llevar a cabo un blanqueamiento interno es que el diente haya sido endodonciado. Además, es imprescindible que dicho procedimiento se haya realizado correctamente, sin ningún fallo que comprometa el tratamiento blanqueador. Los pasos que llevamos a cabo en nuestra clínica para blanquear un diente son los siguientes: Diagnóstico y estudio inicial En esta primera fase es muy importante determinar el origen de la decoloración y el estado actual del diente. Para ello, nos apoyamos en fotografías y pruebas radiográficas. Toma de color Mediante una guía de colores se registra el tono de los dientes. Apertura de la cavidad Se abre la cavidad pulpar en la que se ha realizado la endodoncia. Limpieza de la cámara pulpar Se retiran los restos de tejido necrótico y materiales pigmentantes para dejar limpio el diente. Aplicación del gel blanqueador Se introduce el producto dentro de la cámara pulpar. Sellado con un cemento provisional Con el sellado se da por finalizada la primera sesión del procedimiento blanqueador del diente. Durante los días siguientes, el gel hará su efecto y pasada una semana el paciente acudirá a revisión. Revisión Retiramos la obturación provisional y el gel blanqueador. Valoramos el color resultante

Cultura y curiosidades

Caries: ¿qué tipos hay?

La caries es una de las afecciones dentales más comunes. Para evitar su incidencia, es vital conocer las técnicas de higiene bucodental y respetar las pautas marcadas por el especialista.En este artículo hablaremos sobre la caries, cuáles son sus causas y consecuencias para nuestra salud bucodental y, por último, qué tipos de caries existen y cómo prevenirlas.   ¿Qué es una caries? La caries es una lesión de la estructura dental provocada por la acción de los ácidos de la placa bacteriana que no ha sido removida con éxito. La caries comienza dañando el esmalte dental. En caso de no tratarla a tiempo, la misma va progresando hasta afectar a la dentina y, posteriormente, el nervio de la pieza dental. El esmalte dental no se regenera, por lo que la caries se trata de una lesión irreversible que afecta tanto a mujeres como a hombres de todas las edades. En casos de caries muy avanzadas que han dañado el nervio, no existe un tratamiento de odontología conservadora que pueda subsanar el daño y el paciente llega a perder la pieza. Pero, ¿qué factores inciden en la aparición de una caries? ¿Cuáles son las causas de las caries? La placa bacteriana es una fina película de color transparente que cubre la superficie dental, y a la cual se adhieren las bacterias presentes en nuestra boca. Los especialistas realizan una clasificación de placa en función de las bacterias que la formen: La placa periodontopatogénica, responsable de las enfermedades periodontales La placa cariogénica, que libera ácidos sobre la superficie dental, dañándola. Esta placa es, por tanto, la responsable de la formación de la caries dental. Para evitar el acúmulo de placa y, por tanto, la afección de la caries dental, los especialistas subrayan que resulta de vital importancia mantener unas rutinas idóneas de higiene bucodental. Por este motivo, podemos afirmar que la principal causa de la formación de lesiones cariosas es una limpieza oral deficiente. Pero, además, existen otros factores que influyen en la aparición de las mismas: Una alimentación con alto contenido en azúcares   ALIMENTOS QUE FAVORECEN LA CARIES Factores genéticos tales como la dureza del esmalte dental o la respuesta de las personas a la presencia de bacterias en la cavidad oral. Sequedad bucal motivada por la segregación de unos niveles inferiores de saliva a causa de ciertas enfermedades, de la ingesta de determinados medicamentos o de tratamientos de radioterapia y quimioterapia. ¿Qué tipos de caries hay? En un inicio, la caries comienza afectado a la capa más externa de la superficie dental: el esmalte. Se puede detectar al observar la aparición de una mancha de color blanco en la corona dental. En caso de no ser tratada a tiempo, esta lesión continúa progresando hasta llegar a dañar la dentina. De aspecto amarillento, la caries en la superficie de la dentina progresa de forma mucho más rápida que la caries de esmalte, llegando a dañar la dentina profunda. En algunos casos, la caries daña de manera muy rápida los tejidos del diente: la pulpa y la corona dental. Hablamos, entonces, de caries rampante. La caries rampante afecta a personas de todas las edades, aunque factores como una higiene bucodental deficiente o una dieta poco equilibrada pueden colaborar a su formación. Si bien se inicia con lesiones blandas de color amarillento, con el paso del tiempo estas manchas pueden llegar a oscurecerse.   CARIES DENTAL AVANZADA Además, los expertos distinguen varios tipos de caries en función del área dental afectada. De esta manera, establecen una categorización en la que se pueden discernir hasta cinco clases diferentes de caries. Caries de corona Es la más común entre la población infantil. Aparece, generalmente, en la superficie masticatoria de las piezas dentales. Es decir, en la parte superior de la corona. Su detección es más sencilla: consiste en la decoloración de la pieza dental tras el daño del esmalte de la misma. Caries de fisura A través de pequeñas fisuras o grietas en la superficie dental, los agentes patógenos penetran en los tejidos dentales, dañándolos. La caries de fisura tiene una incidencia mayor en los dientes posteriores -molares- y es especialmente común en niños y adolescentes. Caries radicular Con el paso del tiempo, la incidencia de enfermedades periodontales -gingivitis y periodontitis- y la realización de un cepillado agresivo, es habitual que se produzca una recesión en las encías. De esta manera, queda expuesta la raíz del diente. Al no estar protegida por el esmalte dental, la placa bacteriana afecta directamente a la dentina y es habitual la aparición de caries en la misma. La caries radicular es, por tanto, una de las principales causas de pérdida de piezas dentales. Caries interdental Afectan al espacio interproximal -es decir, al situado entre dos piezas dentales-. Es una zona que resulta de difícil acceso, por lo que tendemos a acumular placa bacteriana que, en caso de no ser eliminada correctamente, progresará en la formación de sarro. Su detección resulta más compleja: sólo podrán detectarse en las revisiones periódicas del dentista. Caries recurrentes También conocidas como caries secundarias, son aquellas que afectan a las zonas adyacentes en las que previamente se ha realizado una obturación o se ha colocado una corona para tratar una caries. Se trata de áreas en las que se tiende a acumular placa bacteriana, por lo que se puede producir tanto una caries nueva o una provocada por la remanencia de restos de la caries tratada anteriormente. Tratamientos para la caries Los tratamientos destinados a paliar la incidencia de la lesión producida por la caries dental se engloban dentro de la odontología conservadora. En función del grado de afección de los tejidos, el especialista podrá optar por una obturación, una endodoncia, una reconstrucción o una incrustación. ¿Qué es una obturación? También conocida como empaste, una obturación es un tratamiento que se realiza cuando la caries ha cursado en la superficie del esmalte y progresa hacia la dentina. Mediante la realización de una obturación, frenamos el avance de esta lesión y evitamos la inflamación del tejido pulpar -o nervio-. En caso de no realizar una obturación a tiempo, la caries va destruyendo tejido de la dentina, y consigue inflamar el tejido pulpar. La endodoncia es el último

Buenos hábitos, Deporte y salud, Estética dental, Ortodoncia

Protector bucal para deportistas: ¿qué es y en qué deportes se recomienda?

Hace unos días publicamos un artículo que pretendía servir de orientación a todas aquellas personas que tuvieran que enfrentarse a la repentina fractura de un diente. En muchas ocasiones, estas fracturas se deben a accidentes o golpes que nos damos en nuestra vida cotidiana. En otras tantas, se nos puede romper un diente mientras practicamos deportes de contacto. En este tipo de actividades, las caídas o choques son relativamente frecuentes, por lo que puede que en algún momento se produzca un impacto que dañe la zona de nuestra boca. Al hilo de esto, si nos ceñimos a lo que establece la Sociedad Española de Odontología del Deporte (SEOD), podemos fijar una clasificación en función de los distintos deportes y su riesgo: Riesgo alto: artes marciales (jiu jitsu, judo, karate, taekwondo…), boxeo y kickboxing de contacto, fútbol, rugby, hockey, baloncesto… Riesgo medio: waterpolo, equitación, squash… Por este motivo, hay muchos deportistas -ya sean profesionales o aficionados- que llevan protectores bucales para proteger sus dientes de choques o caídas fortuitas. Este tipo de aparatos son recomendables para adultos y niños que practiquen deportes de contacto, como fútbol, baloncesto, rugby, boxeo o cualquier arte marcial ¿Qué es un protector bucal y para qué sirve? Un protector bucal es un aparato que se coloca en la boca y sirve para protegerla de las lesiones que se pueden producir durante la práctica de una actividad deportiva. Su función, por tanto, es la de amortiguar los posibles golpes y así preservar tanto los dientes como los tejidos blandos de la boca. Dada su utilidad y la importancia fundamental que tiene en deportes considerados de riesgo alto, su uso se recomienda tanto para niños como para adultos. DIENTE ROTO POR UN GOLPE ¿Qué tipos de protectores existen? 1. Estándar: Se venden en formato estándar, es decir, son iguales para todas las personas. Por eso, una vez que los compras están listos para ser usados. Dado que no todos tenemos la misma boca, es muy difícil que encajen bien y sean cómodos. De hecho, lo más frecuente es que este tipo de protectores queden holgados y se caigan con facilidad. Por este motivo, es preferible no usarlos. A nuestro juicio, no cumplen con unos estándares mínimos de calidad. 2. Semi-adaptables: Este tipo de férulas cuentan con la particularidad de estar fabricadas con un material termoadaptable, es decir, que se moldea con calor en función de la boca del deportista. Para poder llevarla, en primer lugar la persona debe probársela. Y, una vez que el aparato ha tomado el molde de la boca, se aplica el calor para que se ajuste a la misma. Sin ser la opción más efectiva de las tres que existen, las férulas bucales semi-adaptables son mejores que los protectores estándar, aunque peores que los fabricados por el dentista. De hecho, los semi-adaptables pueden ser una buena opción cuando la persona que los usa se está sometiendo a un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets o con los alineadores de Invisalign. Esto se debe a que durante un tratamiento de ortodoncia la boca es muy cambiante y este tipo de protectores son más baratos que los fabricados a medida por el odontólogo. Por tanto, si se rompen o dejan de valernos, podemos comprarnos otro más fácilmente. Y, una vez que se retiran los brackets o el último alineador de Invisalign, ya podremos pedirle a nuestro dentista que fabrique uno totalmente personalizado. En ese momento, los dientes ya habrán adquirido una posición definitiva, por lo que podremos utilizar la férula de protección a largo plazo. PROTECTOR BUCAL PARA PROTEGER DIENTES 3. Fabricados a medida: Son los fabricados por el dentista de manera totalmente personalizada, ya que se hacen a través de unos moldes tomados al paciente. Es por ello que este tipo de férulas son indudablemente las mejores y con las que el deportista obtiene los mayores beneficios. Se adaptan y ajustan perfectamente a la anatomía dental y maxilar, por lo que son mucho más cómodos, no se caen, permanecen en la posición original y respetan la oclusión normal del paciente. Y, sobre todo, cumplen su función principal: protegen de manera efectiva los dientes y tejidos blandos de la persona que los lleva. En Ferrus & Bratos, este aparato es fabricado con material acrílico transparente. Dicha férula de protección encaja las dos arcadas (superior e inferior), por lo que los dientes de arriba y de abajo tienen que estar en contacto durante el tiempo que está colocada en la boca. De entre los tres tipos de protectores bucales, éstos son, sin ninguna duda, los mejores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las personas tenemos las mismas necesidades. Por ello, es posible que, aun siendo los mejores, no todos los deportistas necesiten llevarlos. Para solventar las posibles dudas sobre este tema, en el último punto de este artículo vamos a tratar de decirte cuál es el tipo de protector bucal más adecuado para ti. TOMA DE MOLDES ¿Dónde puedo comprar una férula de protección bucal? Los dos primeros tipos de protectores bucales se pueden comprar en farmacias, tiendas de artículos de deporte o a través de Internet. En cambio, el tercero sólo puede ser adquirido en una clínica dental. A diferencia del segundo tipo, su fabricación es totalmente a medida. Al confeccionarse a través de unos moldes tomados directamente en la boca del paciente, las férulas confeccionadas por el dentista no dan los clásicos problemas que provocan las que no son personalizadas: que se caiga, que quede grande, etc.   ¿Cómo limpiar la férula de protección? Como acabamos de mencionar, para que una férula de protección dure muchos años, debe ser cuidada adecuadamente. Estos cuidados consisten, principalmente, en mantener una rigurosa higiene que incluya lavarla después de cada uso y guardarla en un estuche con algo de ventilación para que no se deteriore. Eso sí, cuando la guardes, ten en cuenta que nunca debe estar bajo la luz directa del sol o dentro de un coche a altas temperaturas. Si tienes alguna duda sobre su limpieza o mantenimiento, te recomendamos leer un artículo que publicamos hace tiempo sobre cómo limpiar los alineadores Invisalign. Al tratarse de una férula -aunque diferente- su higiene es muy similar. CÓMO LIMPIAR LAS FÉRULAS En resumen, basta con limpiar el protector bucal con un cepillo, agua

Estética dental

Tengo un diente amarillo, ¿cómo puedo blanquearlo?

Cuando nos fijamos en alguien, la sonrisa –y los dientes– centran gran parte de la atención que depositamos en el rostro. Por ello, su apariencia juega un papel muy importante. Además de una forma, tamaño y posición indeseados, hay un aspecto estético que preocupa a nuestros pacientes especialmente: el color. Cuando acuden a nuestra consulta interesados en conseguir unos dientes más blancos, tienen claro que uno de los tratamientos que pueden ayudarles a acabar con este complejo es el blanqueamiento dental. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que además del blanqueamiento externo tradicional que todos conocemos, existe el blanqueamiento interno. ¿Qué es el blanqueamiento dental interno? El blanqueamiento interno es un tratamiento que se lleva a cabo únicamente en dientes que han sido previamente sometidos a una endodoncia o, lo que es lo mismo, no vitales. Este procedimiento permite devolver el color blanco a piezas dentales que, por diferentes motivos, han sufrido una decoloración. A grandes rasgos, esta técnica consiste en la aplicación de un producto blanqueador dentro del propio diente. Aunque se puede realizar en cualquier pieza dental endodonciada, se lleva a cabo en el sector anterior sobre todo, por ser el más visible. Además, una de las principales ventajas de este procedimiento es que es mínimamente invasivo, ya que el proceso blanqueador no lesiona ni merma los dientes. El color oscuro puede aparecer tras una endodoncia o después de que el diente haya sufrido un traumatismo ¿Por qué tengo un diente amarillo? Hay distintos motivos por los que una persona se somete a un blanqueamiento interno. Por un lado, la desvitalización del diente puede producirse tras una endodoncia, ya que cuando se “mata el nervio” la pieza dental tiende a cambiar de color con el tiempo. Además, el oscurecimiento asociado al tratamiento endodóntico también puede deberse a un fallo durante el procedimiento, a que éste se haya realizado de manera incompletao a la utilización de materiales pigmentantes. Por otro lado, el color oscuro también puede ser consecuencia de un traumatismo recibido en el diente, que tras el impacto se ha necrosado y ha cambiado su tono. BLANQUEAMIENTO INTERNO – ANTES BLANQUEAMIENTO INTERNO – DESPUÉS   Los dientes amarillos son un motivo de preocupación para muchas personas, especialmente cuando no saben a qué se debe. Como acabamos de mencionar, en muchos casos, la decoloración se debe a un golpe recibido hace años -durante la infancia o la adolescencia- y el paciente no es capaz de acordarse. Sin embargo, te recomiendo que ni te preocupes ni obsesiones con tener unos dientes blancos. Afortunadamente, la Odontología moderna tiene soluciones para prácticamente cualquier necesidad, por lo que esto no es una excepción. Diferencias entre blanqueamiento interno y blanqueamiento externo La diferencia fundamental entre el blanqueamiento dental interno y el externo es que el primero se realiza sobre dientes no vitales y el segundo sobre dientes vitales. Si lleváramos a cabo un blanqueamiento externo tradicional en un diente no vital, no obtendríamos ningún resultado. Esto se debe a que los factores responsables de las decoloraciones que hemos descrito previamente tienen lugar en la cámara pulpar. Por este motivo, el proceso blanqueador del diente tiene que llevarse a cabo desde dentro, es decir, desde las estructuras internas de la pieza dental. Otra de las diferencias entre ambos tratamientos es que el blanqueamiento externo se realiza sobre el conjunto de los dientes, a excepción de los molares, ya que estas últimas piezas dentales son menos visibles. Por su parte, el interno se practica de manera localizada, en aquellos dientes que han sufrido una decoloración cuyo origen está localizado en la cámara pulpar. Una vez dicho esto, es necesario aclarar que ambos tratamientos son compatibles y que muchas personas prefieren combinarlos para obtener mejores resultados. El tratamiento paso a paso Como ya hemos mencionado anteriormente, el requisito fundamental para poder llevar a cabo un blanqueamiento interno es que el diente haya sido endodonciado. Además, es imprescindible que dicho procedimiento se haya realizado correctamente, sin ningún fallo que comprometa el tratamiento blanqueador. Los pasos que llevamos a cabo en nuestra clínica para blanquear un diente son los siguientes: Diagnóstico y estudio inicial: En esta primera fase es muy importante determinar el origen de la decoloración y el estado actual del diente. Para ello, nos apoyamos en fotografías y pruebas radiográficas. Toma de color: Mediante una guía de colores se registra el tono de los dientes. Apertura de la cavidad: Se abre la cavidad pulpar en la que se ha realizado la endodoncia. Limpieza de la cámara pulpar: Se retiran los restos de tejido necrótico y materiales pigmentantes para dejar limpio el diente. Aplicación del gel blanqueador: Se introduce el producto dentro de la cámara pulpar. Sellado con un cemento provisional: Con el sellado se da por finalizada la primera sesión del procedimiento blanqueador del diente. Durante los días siguientes, el gel hará su efecto y pasada una semana el paciente acudirá a revisión. Revisión: Retiramos la obturación provisional y el gel blanqueador. Valoramos el color resultante y si todavía no es el deseado, repetimos la aplicación. Si es el que queremos, pasamos al siguiente paso. Reconstrucción del diente: Una vez que conseguimos los resultados deseados, reconstruimos el diente y damos por finalizado el tratamiento. ESTRUCTURA INTERNA DEL DIENTE El número de sesiones a las que se somete el paciente depende de la respuesta del diente al tratamiento. Lo habitual es que con una o dos sesiones se elimine el color amarillo y se consiga el blanco deseado. Remedios caseros para blanquear los dientes De la misma manera que no existe ningún remedio casero o natural efectivo para blanquear el conjunto total de la sonrisa, es decir, para sustituir el blanqueamiento externo, tampoco lo existe para aclarar el color de un único diente. Sabemos que tanto en Internet como en televisión proliferan las ideas y fórmulas “milagro” para conseguir lo que denominan como “dientes perfectos” en unos pocos minutos. Mi recomendación personal es que tengas cuidado con esto. Es decir, desconfía de todos los remedios caseros y no compres productos blanqueadores. Puede que los productos vendidos en farmacias y que te puedes aplicar en casa te parezcan confiables, pero lo cierto es son demasiado estándar para lo que tú necesitas. Por eso, lo más adecuado es que el blanqueamiento dental se realice a medida y sea pautado por un profesional especializado. Esto adquiere la máxima relevancia cuando la

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