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Causas y remedios para aliviar el dolor de encías

El dolor de encías –normalmente unido a una inflamación y/o sangrado de las mismas- es una patología muy común entre la población en general, aunque especialmente en personas de entre 30 y 50 años. Puede aparecer como un dolor puntual asociado a una herida o un traumatismo, pero aquel dolor de encías que persiste en el tiempo y que se presenta de manera muy localizada es el más preocupante, dado que puede ser síntoma de una enfermedad periodontal. Causas principales del dolor de encías Las causas más comunes del dolor de encía suelen ser las enfermedades periodontales, que como procesos infecciosos causados por las bacterias que se alojan en nuestra boca, provocan la inflamación e irritación de las encías y por tanto, molestias en las mismas. Existen dos estadios de enfermedad periodontal que provocan dolor de las encías. Los describimos a continuación: Gingivitis Es la enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y que ocasiona inflamación, enrojecimiento y sangrado de la zona gingival. El principal factor por el que se origina es la mala higiene dental: no cepillarse correctamente, o hacerlo de forma agresiva, no utilizar hilo dental… Todo ello favorece la aparición de gingivitis. Periodontitis Se trata del estadio avanzado de la gingivitis, donde las bacterias han afectado no sólo a los tejidos blandos, sino también al hueso maxilar, poniendo en riesgo el sustento de los dientes. Este tipo de infección provoca síntomas como mal aliento, enrojecimiento o sangrado de encías, inflamación gingival, dolor, y movimiento de los dientes.   GINGIVITIS Tanto en el caso de la gingivitis como en el de la periodontitis crónica, el dolor de encías, aunque muy localizado, no suele presentarse de forma permanente. De hecho, lo más frecuente es que surja durante el cepillado o cuando comemos algo. De cualquiera de las maneras, el tratamiento para frenar la gingivitis y que no derive en una periodontitis es una limpieza profesional. Gracias a ella se eliminará la placa bacteriana acumulada y las encías irán desinflamándose hasta que, finalmente, remita el dolor gingival. Otros motivos por los que duelen las encías Además de las enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, existen otras causas por las que las encías pueden llegar a doler. Estas son algunas de ellas: Después de una profilaxis: después de una limpieza profesional donde el higienista tiene que raspar la zona de las encías para eliminar la placa bacteriana, es normal que las encías se inflamen y duelan. Tras un tratamiento de blanqueamiento dental: los productos que se utilizan durante una sesión de blanqueamiento dental pueden provocar sensibilidad dental. Cuando esto ocurre, el paciente siente un dolor localizado e intenso al contacto con alimentos o bebidas muy frías o calientes. Sin embargo, las molestias deberían desaparecer al separar los dientes y encías del estímulo externo. Cambios hormonales: aunque la gingivitis gestacional es de conocimiento general, el dolor de encías no va asociado únicamente al embarazo, sino a todos los cambios hormonales que sufren las mujeres. Por ejemplo, después del parto, antes de la menstruación… GINGIVITIS DURANTE EL EMBARAZO Después de la colocación de un implante: la intervención para la colocación de un implante es bastante invasiva por lo que es habitual que los días posteriores a la cirugía se sienta dolor en las encías cercanas al implante dental. Tras la extracción de un diente: es completamente normal sentir dolor en las encías que se encuentran alrededor del diente extraído. La exodoncia habrá producido una inflamación en las mismas y hasta que ésta remita pueden padecerse dolores. Después de someterse a una endodoncia: al igual que en los casos anteriores, al intervenir quirúrgicamente un diente, que en este caso ha sufrido una endodoncia, las encías que le rodean se ven afectadas por la manipulación realizada por el profesional y por lo tanto, pueden sufrir dolor e hinchazón de la zona gingival cercana. Encías retraídas: hay ocasiones en la que la retracción de encías se debe a un cepillado fuerte, en lugar de a una enfermedad periodontal. Cuando las encías retroceden hasta dejar la raíz del diente al descubierto, es posible sentir un fuerte dolor que irá asociado a la exposición del nervio ante estímulos externos. Diabetes: son muchos los estudios que demuestran la relación directa que existe entre esta patología y las enfermedades periodontales. Y ello se explica debido a que las personas que padecen  diabetes mellitus de tipo 2 sufren unas alteraciones en sus vasos sanguíneos que pueden impedir la adecuada circulación de la sangre en las encías. Dichos problemas circulatorios provocan inflamación y dolor en las mismas. Anemia: la falta de vitaminas propia de personas que padecen anemia también puede provocar problemas en la cavidad oral. Bruxismo: las personas bruxistas suelen padecer dolores de dientes y encías debido a la fricción que producen al rechinar los dientes. La dentición en bebés: se trata de una de las causas más comunes del dolor de encías en bebés. A partir de los 6 u 8 meses de edad los niños empiezan a sentir las encías inflamadas y sensibles. Sin embargo, esto es una consecuencia natural de su desarrollo. DENTICIÓN EN BEBÉS El uso de prótesis: sin una correcta higiene, es frecuente que se acumulen restos de comida entre la prótesis, por lo que puede producirse una inflamación por sarro. La toma de determinados medicamentos: algunos fármacos también pueden provocar que las encías se inflamen y duelan. El uso de ortodoncia: aparatos de ortodoncia como los brackets dificultan la limpieza dental y, por tanto, pueden favorecer la aparición de gingivitis por acumulación de sarro. El hábito de fumar: fumar aumenta la acumulación de la placa bacteriana, lo que hace que se desarrollen enfermedades periodontales con mayor facilidad. Dientes mal alineados: cuando existen malposiciones en los dientes es más común que se acumule el sarro alrededor de las piezas dentales. Si no se practica una buena higiene dental, esta situación puede derivar en una posible gingivitis. Dado que el dolor de encías puede deberse a algunas enfermedades que pueden llegar a ser graves (especialmente en el caso de la periodontitis) es importante determinar cuál de las anteriores puede ser la causa subyacente para poder así aplicar el tratamiento adecuado para la misma. Remedios para aliviar el dolor de encías Una vez que hemos diagnosticado dónde está nuestro problema, es momento de buscar la solución para calmar el dolor de encías. Cuando se trata de un dolor puntual no asociado a una patología

Buenos hábitos, Cultura y curiosidades

Aliméntate para tener unos dientes sanos

Desde la segunda mitad del siglo XX estamos experimentando una disminución en la prevalencia de la caries dental en los países industrializados. Este hecho se debe tanto a los hábitos de higiene dental como a la proliferación del flúor en el agua que ingerimos y a las pastas de dientes y enjuagues bucales que utilizamos. Sin embargo, las caries siguen siendo el problema dental más común tanto en niños y adolescentes como en adultos. Por eso mismo, en este artículo vamos a ver por qué se producen las caries y cómo podemos combatirlas. Qué son y cómo se producen las caries Las caries son perforaciones que afectan a los dientes y que se producen debido a las bebidas o alimentos que contienen carbohidratos fermentables (azúcares y almidones). Cuando éstos entran en contacto con las bacterias de la boca, se producen unos ácidos que erosionan y desmineralizan el esmalte de los dientes y destruyen sus proteínas. Por lo tanto, cuanto más tiempo permanezcan en nuestra cavidad oral, más probabilidad tendremos de desarrollar caries. Además, tanto la cantidad y la frecuencia con la que se consumen estos alimentos mencionados, como el momento del día en que se ingieren, también serán determinantes para la aparición de este problema dental. Así, por ejemplo, los productos que se consumen durante una comida resultan menos dañinos para nuestros dientes, ya que la saliva generada durante este proceso ayudará a limpiar y eliminar los alimentos de nuestra boca y así reducir el efecto de los ácidos. Por el contrario, el hecho de comer entre horas favorece el desarrollo de estas bacterias nocivas, ya que a la falta de higiene dental -el no cepillarnos los dientes después de “picar” algo- le sumamos una menor generación de saliva. Cómo evitar la caries: soluciones Para evitar la aparición de la caries es importante llevar a cabo una serie de hábitos saludables: Mantén una higiene dental adecuada: cepíllate los dientes después de cada comida durante 2 minutos. Cuida tu alimentación: en las siguientes secciones vas a encontrar una lista con los alimentos y bebidas más sanos -y perjudiciales- para tus dientes. Añade flúor a tu dieta: a pesar de que no está muy presente en la comida, podrás encontrar fluoruro tanto en el agua como en suplementos orales. Visita a tu odontólogo con regularidad: una periodicidad adecuada puede ser una o dos veces al año (a menos que estés realizando un tratamiento, en cuyo caso será tu dentista quien establezca cada cuánto tienes que ir). Acude a que te hagan una limpieza dental profesional: aunque lo habitual es ir una vez al año, pregunta a tu dentista o higienista cuál es la periodicidad más adecuada para ti.   ALIMENTOS QUE PROVOCAN CARIES Importancia de una buena alimentación Por lo general, el ritmo de vida frenético que acostumbramos a tener nos hace recurrir a los productos precocinados o la denominada “comida basura”, que es precisamente el tipo de alimento con más azúcares simples y carbohidratos. Es decir, esto es el sustrato ideal para la proliferación de las bacterias dentales causantes de las caries. Por tanto, es importante que la dieta que hagamos sea rica en nutrientes y que se transmita de generación en generación, empezando, incluso, desde el embarazo. De hecho, es a partir de la sexta semana de embarazo cuando los azúcares consumidos pueden perjudicar la correcta calcificación de los dientes del bebé y afectar al desarrollo de enfermedades dentales. En el caso de los niños en edad de crecimiento, una alimentación equilibrada y variada puede ayudar tanto a la formación como a la maduración de los dientes. En esta fase es clave que una dieta rica en flúor (protector frente a agresiones externas) y calcio (favorecedor de la mineralización de los dientes) se acompañe de unos buenos hábitos de higiene dental. Por su parte, durante la edad adulta, una alimentación adecuada favorecerá el mantenimiento de una buena salud bucodental, evitará la aparición de enfermedades dentales y prevendrá la pérdida de dientes. Los alimentos precocinados o la comida basura son el sustrato ideal para la proliferación de las bacterias dentales causantes de la caries ¿Qué alimentos nos ayudan a mantener una adecuada salud dental? Una vez dicho esto, vamos a decirte cuáles son las comidas y bebidas que contribuyen a que tengas una buena salud bucodental. Y es que, los nutrientes son la base de una buena alimentación tanto para nuestro cuerpo como para nuestros dientes, y serán ellos los que impedirán que suframos infecciones que deriven en problemas o enfermedades más graves -gingivitis, periodontitis, pérdida de dientes…-. Para una buena salud dental necesitaremos incluir en nuestra dieta los siguientes nutrientes: Proteínas: su carencia puede producir un retraso en el desarrollo de los dientes de leche. Calcio, flúor y vitamina D: ayudan a que los dientes se formen fuertes y sanos. Vitamina C y K: permiten tener unas encías saludables y evitan la aparición de la gingivitis. Vitamina A: favorece el desarrollo adecuado del esmalte dental. Vitamina B2: su carencia puede provocar inflamación de la lengua, labios agrietados y llagas o úlceras bucales. Y, más concretamente, te vamos a decir cuáles son los alimentos y bebidas que te recomendamos para disfrutar de una sonrisa saludable: Bebe mucho agua. Toma leche y sus derivados (yogures, queso…) después de las comidas y antes del cepillado: ayudan a neutralizar la acidez de la placa y son ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, B y D. Come manzanas, zanahorias, apio y pepino: ayudan a limpiar la superficie de los dientes y refuerzan las encías. Bebe té verde o negro (sin azúcar): contiene polifenoles, que ayudan a controlar las bacterias que causan caries. Come chocolate en vez de gominolas o caramelos: el grano del cacao tiene contenidos antibacterianos. Consume kiwi: posee una cantidad de vitamina C seis veces superior a la naranja, ayuda a mantener el colágeno de las encías y evita enfermedades periodontales. Toma semillas de ajonjolí: además de ser ricas en calcio, ayudan a desprender la placa y a reconstruir el esmalte.   MANZANA SALUDABLE PARA LOS DIENTES Además de los alimentos que acabamos de mencionar y que son buenos para nuestros dientes, existen algunas pautas que favorecen la higiene dental y protegen el esmalte. Mastica chicle sin azúcar y con xilitol: la masticación y la salivación que se

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