Clínica Sancal

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Odontofobia: 9 consejos para vencer el miedo al dentista

Aunque sabemos que para algunos pacientes acudir a la consulta del dentista no es siempre agradable, la gran mayoría de ellos lo hace porque antepone los beneficios que una visita a tiempo al odontólogo tiene para su salud.

Sin embargo, hay determinadas personas que se sienten literalmente “incapaces” de sentarse en el sillón del dentista debido al miedo o la ansiedad que les provoca. En estos casos, podemos llegar a afirmar que el paciente padece odontofobia.

¿Qué causa el miedo al dentista?

Lo más habitual es que la odontofobia surja por una experiencia dolorosa anterior, que se ha podido tener de niño o posteriormente en la edad adulta.

No obstante, también hay algunas personas que desarrollan el miedo al dentista por una experiencia ajena a ellas y que les han contado familiares o amigos.

Sea cual sea el origen de la fobia al dentista, no debemos dejar que ésta nos impida acudir a dicho profesional para que lleve a cabo tanto las revisiones rutinarias como los tratamientos necesarios.

Persona en gabinete de odontología

PÁNICO AL DOLOR, SONIDO U OLOR

¿Qué problemas ocasiona la odontofobia?

Es importante tener presente que la boca supone una puerta de entrada al resto del cuerpo, por lo que cualquier infección o enfermedad oral puede extenderse fácilmente por nuestro organismo si no actuamos a tiempo.

Esto hace que las personas que no acuden a la consulta del dentista de manera regular por miedo estén comprometiendo seriamente su salud general.

Y es que, no llevar a cabo los cuidados o tratamientos necesarios provoca daños que van más allá de la pérdida de dientes, los dolores constantes o el empeoramiento estético de la sonrisa.

Esta falta de atención puede originar enfermedades periodontales, que afectan negativamente a la diabetes, el embarazo o al riesgo de sufrir un infarto.

Confía en tu dentista

Si tienes miedo, te recomendamos que visites varios odontólogos, trates con ellos tus preocupaciones y observes si son lo suficientemente pacientes, cercanos y amables como para tratar pacientes con odontofobia

¿Qué debo hacer si tengo odontofobia?

Si te sientes identificado con lo que te estamos contando y eres una de esas personas que han desarrollado pánico al dolor, sonido o incluso al olor característico de la consulta dental, en este artículo te vamos a dar una serie de consejos para que tu próxima visita al dentista sea más agradable.

Y es que en SanCal nos encontramos a diario con pacientes que acuden a nuestra clínica dental con miedo.

Por este motivo, podemos decir que estamos acostumbrados a tratar con este tipo de situaciones y que nos esforzamos por ofrecer la máxima comprensión y confianza.

Infórmate de los procedimientos que combaten el miedo

Lo primero que hay que pensar es que el miedo podía estar más justificado hace años, cuando las técnicas y el instrumental en Odontología estaban mucho menos desarrollados que ahora.

Sin embargo, hoy en día existen técnicas como la sedación consciente, que favorece la completa relajación de los pacientes que sienten un alto nivel de estrés ante un tratamiento.

Aunque se puede utilizar para realizar cualquier procedimiento, lo más habitual es que recurramos a ella en las cirugías de implantes dentales.

Trata con el dentista tus preocupaciones

Antes de empezar cualquier tratamiento, es fundamental que tengas una cita con el odontólogo que lo va a llevar a cabo.

De esta manera, podrá ofrecerte una explicación de tu diagnóstico y del tratamientoque va a realizar.

Si, además, aprovechas esta cita para contarle tus miedos, no solamente reducirás la incertidumbre y estarás más preparado para lo que vaya a hacer, sino que el profesional también sabrá cómo tratarte.

Mujer preocupada por un tratamiento dental

 

Piensa bien el horario de la cita

Si acudes al odontólogo por la mañana a primera hora, evitarás estar todo el día dándole vueltas.

Consulta la posibilidad de tomar medicación para relajarte

Si crees que te va a ayudar, te animamos a preguntar a tu dentista si puedes tomar algún tipo de medicamento para calmar los nervios.

Eso sí, te recordamos que nunca debes tomar ningún medicamento sin consultar a tu médico u odontólogo.

Ve acompañado

Pide a un familiar o amigo –que no tenga miedo al dentista- que te acompañe a la cita.

De esta manera, te podrá tranquilizar y mantener entretenido tanto en la sala de espera como en el gabinete.

Tiempo de espera

Una vez que estés en la sala de espera, intenta no pensar en lo que va a pasar cuando entres al gabinete.

Como alternativa, procura tener la mente ocupada leyendo alguna revista, navegando por Internet con tu móvil o hablando con alguien.

Aprende técnicas de relajación

Cuando estés en el sillón del dentista, esfuérzate por respirar de manera profunda y por pensar en algo agradable que te permita mantenerte distraído.

Esto te ayudará a estar más relajado, en lugar de concentrado en lo que te están haciendo.

Llévate música

El ruido del instrumental utilizado por dentistas y auxiliares puede ser muy incómodo para algunos pacientes, especialmente para aquellos que tienen miedo.

Con el objetivo de no tener que escucharlo, llévate tu propia música y cascos para poder aislarte.

Acuerda un gesto con el dentista por si estás incómodo o sientes dolor

Si sabes que hay un gesto mediante el cual el profesional va a dejar de hacer lo que esté haciendo, te sentirás más seguro

Acuerda gestos con tu odontólogo

PIDE AYUDA A TU DENTISTA SI LA NECESITAS

Pide someterte a un tratamiento menor para romper el hielo

Si el procedimiento al que te vas a someter es complejo, puedes solicitar que te realicen una limpieza profesional, por ejemplo.

De esta manera, podrás conocer un poco más la clínica que te va a tratar y sus profesionales, lo que te ayudará a ir más confiado a la siguiente sesión.

Una vez dicho todo lo anterior, quizá el punto más importante sea el de escoger un profesional competente, cercano y que te entienda.

Si estás en su búsqueda, nuestro mejor consejo es que te pongas en manos de un odontólogo en el que confíes, que te ofrezca un trato cercano, que sea sensible ante tu miedo y que se esfuerce para que estés a gusto.

Hay muchos dentistas y cada uno tiene su personalidad, por lo que estás en el derecho de elegir uno que, además de ser buen profesional, te haga sentir bien.

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