Cuando hablamos de bruxismo hacemos referencia al acto de presionar y rechinar los dientes unos contra otros, lo cual acaba con su desgaste y ocasionando daño en los mismos. No se trata de una circunstancia asociada a una franja de edad determinada ya que puede producirse en cualquier momento de nuestra vida.
Tampoco es algo que tenga horas concretas y puede tener lugar tanto de día como de noche. En el primer caso normalmente asociado a situaciones en la que la persona sufre algún tipo de ansiedad o estrés.
En el caso del bruxismo nocturno, lo más normal es que quien lo sufra desconozca que lo padece por lo que el diagnóstico tiene lugar normalmente al manifestarse los primeros problemas. De ahí la importancia de detectar el bruxismo nocturno con precocidad para poder dar el tratamiento adecuado.
¿En qué consisten los posibles tratamientos?
El tratamiento odontológico habitual para el bruxismo consiste en realizar una férula a medida que el paciente debe llevar consigo para utilizar en algunos momentos del día y durante la noche para evitar el rechineo y la presión descontrolada y, así, prevenir los daños que este trastorno puede ocasionar en los dientes y los problemas de la ATM (Articulación Temporo-mandibular).
En ocasiones, otra pauta es realizar algún tipo de tratamiento ortodóntico sobre el patrón de mordida para ajustar o alinear de forma correcta los dientes. La cirugía en este caso está considerada como una solución de último recurso.
¿Qué es una férula de descarga?
Las férulas de descarga u “oclusales”, “de desprogramación” o “Michigan” se fabrican en resinas y otros materiales plásticos colocándose entre los dientes a modo de barrera para que los arcos dentales no entren en contacto entre sí.
Cuando se intente apretar la mandíbula en un episodio de bruxismo, la presión se ejercerá sobre la férula, más blanda y por tanto causando un impacto menor en los dientes.
La férula en sí la realiza el protésico tras su prescripción por el odontólogo. Éste es quien toma la primera impresión (superior o inferior) de de los dientes y la envía posteriormente al técnico para su fabricación.
Ya tengo mi férula, pero ¿cuánto dura?
Con un desgaste intenso, es decir, con un bruxismo acusado, cada uno o dos años habría que plantearse la sustitución de la férula, no obstante, siempre va a depender del desgaste concreto al que el paciente la haya sometido.
No obstante, su duración, el desgaste es paulatino y por tanto se hace necesario un control periódico del estado de la prótesis por parte del profesional para que realmente siga sirviendo a su propósito.
Trastornos de la ATM
Como hemos dicho anteriormente, ATM son las siglas para referirnos a la articulación temporo-mandibular, esta articulación es doble, una a cada lado de la cabeza, y pone en contacto la mandíbula con el cráneo, situándose justo delante y al nivel de los oídos.
Los trastornos esta articulación afectan a las articulaciones y músculos de la masticación que conectan la mandíbula inferior al cráneo.
Sintómas
A parte de cefaleas, dolores musculares en cuello y espalda, dolor de oídos o cara, podemos tener otro tipo de síntomas consistentes en clics o ruidos al mover la articulación, notar una limitación en la apertura, tener la sensación de dientes apretados, etc.
¿Qué causa los trastornos de la ATM?
Como causas más comunes para este tipo de dolencia normalmente podemos citar las siguientes:
- Mordida deficiente
- Ortodoncias
- Estrés
- Bruxismo
- Malas posturas sostenidas largo tiempo (en trabajos ante pantallas, por ejemplo)
- Falta de sueño
- Dieta deficiente
Aunque frecuentemente van muy de la mano, es conveniente separar bruxismo de transtorno de la ATM. Así, no siempre un problema con la ATM implica que se rechinen los dientes y al revés, personas que han rechinado sus dientes durante mucho tiempo no tienen problemas con su articulación temporomandibular.
¿Cómo es un examen de la ATM?
Un examen para comprobar la salud de nuestras ATM puede abarcar, entre otras, las siguientes acciones:
- Un estudio de la mordida para comprobar su correcta alineación.
- Búsqueda de puntos sensibles en la articulación y músculos cercanos.
- Palpar alrededor de la cabeza a fin de detectar zonas sensibles o dolorosas.
- Mover los dientes de lado a lado.
- Ver, notar y escuchar el abrir y cerrar de la mandíbula.
- Realización de radiografías o resonancias de la mandíbula.
Tratamiento
El principal objetivo es la relajación de los músculos implicados en la ATM y por tanto la descongestión de la misma, logrando de nuevo el equilibrio perdido entre dientes, músculos y articulación.
En lo que a la odontología se refiere (ya que, como el bruxismo, es una dolencia multidisciplinar dónde son necesarias diversas competencias médicas) uno de los remedios más usados son las férulas de descarga para recobrar el equilibrio ya ayudan a mantener esta situación de relajación.