La neuralgia del trigémino causa un dolor intenso en un sólo lado de la cara, sin que se encuentre una causa especifica. O sea, cuando no existe heridas o problemas dentales u otros que pueden producir este dolor.
La neuralgia del trigémino es un dolor intenso en un solo lado de la cara, de tipo punzante que dura de unos segundos o minutos.
Es importante recalcar que se debe siempre descartar enfermedades dentales entes de hacer este diagnóstico, ya que los dolores son similares y muchas veces se confunden.
Los neurólogos son los médicos que deben tratar esta neuralgia. Los dentistas deben descartar lesiones en los dientes y boca que puedan justificar este dolor.
Que es nervio trigémino
El nervio trigémino es uno de los nervios más largos de los 12 pares craneales que se originan en la base del cerebro. Existe un nervio trigémino para cada mitad de la cara.
Se llama trigémino porque tiene tres ramas, que conducen las sensaciones dolorosas en las partes superior, media, inferior de la cara y de la boca hasta el cerebro.
Su función específica es dar la sensibilidad de la mitad de la cara correspondiente, además de ser el nervio de los movimientos de la masticación.
Causas de la neuralgia del trigémino
Cuando se han descartado causas normales de dolor del trigémino (de la cara, sobre todo alteraciones dentarias como caries, abscesos, infecciones de la boca o de los huesos de la cara, heridas complicadas y otros), el dolor en general se debe a posibles vasos sanguíneos (arterias o venas) que pueden tocar este nervio en su paso por la base del cráneo.
La posible causa de la neuralgia del trigémino es un vaso sanguíneo que comprime al nervio del trigémino cuando sale del tallo cerebral.
El dolor por lo general sólo está en un lado del rostro, con frecuencia alrededor del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara.
La neuralgia generalmente afecta a los adultos, pero puede afectar a cualquier persona a cualquier edad. La neuralgia del trigémino puede ser parte del proceso normal de envejecimiento.
Sintomas y diagnóstico
No existe una prueba única para diagnosticar la neuralgia del trigémino. Generalmente el diagnóstico se basa en los antecedentes médicos del paciente y en la descripción de los síntomas, en exámenes radiológicos y físicos minuciosos realizado por el neurólogo.
El neurologo es el médico que lo debe tratar pero el dentista debe descartar que no haya causas en la boca que puedan provocar un dolor similar.
Se trata siempre de un dolor a un solo lado de la cara, de tipo punzante, que se puede irradiar hacia el conducto auditivo; que suele desencadenarse por un estímulo normal en la cara (por ejemplo frío o calor, hablar, comer, tocarse determinadas zonas, sonreír, estornudar o toser, etc.).
La intensidad del dolor es variable y puede ir desde dolores tolerables hasta los dolores más intensos e intolerables.
La neuralgia puede ser desencadenada por:
- Contacto o sonidos.
- Cepillarse los dientes.
- Masticar.
- Beber.
- Comer.
- Tocar ligeramente la cara.
- Afeitarse.
Tratamiento
El primer enfrentamiento es con medidas generales: evitar los estímulos en las zonas que el paciente reconoce que producen el dolor (no tocarse) y una evaluación y tratamiento dental.
Según la magnitud del dolor el neurólogo indica para cada caso la dosis y medicación especifica, como la carbamazepina o la Amitriptilina en combinación con analgésicos o relajantes musculares.
Cuando la medicación prescrita por el neurólogo no ofrece los resultados esperados y la persona sigue con un dolor intenso, se suele recurrir en muchos casos a la neurocirugía.
- Los medicamentos anticonvulsivos, usados para bloquear el disparo nervioso, generalmente son eficaces para tratar la neuralgia del trigémino.
- Los antidepresivos tricíclicos como la amitriptilina o la nortriptilina se usan para tratar el dolor descrito como constante, quemante o sordo.
- Los analgésicos típicos y los opioides no son útiles para tratar el dolor agudo y recurrente causado por la neuralgia del trigémino.
- Se dispone de diversos procedimientos neuroquirúrgicos para tratar la neuralgia del trigémino. Algunos se hacen en ambulatorio mientras otros requieren ingreso y anestesia general.