Sabemos que el flúor es un mineral que se encuentra de forma natural en muchas fuentes de agua. Los niveles de esta sustancia pueden variar según el pueblo, la ciudad e incluso el país, por eso es importante controlar el consumo de enjuagues con flúor en determinados lugares. Los padres tienen que estar informados sobre el grado de flúor que contiene el agua de su zona para evitar que sus hijos consuman la sustancia en exceso. Si es así, podrían desarrollar fluorosis, que se manifiesta en forma de manchas blancas en los dientes. A pesar de las consecuencias que puede producir una ingesta excesiva, el agua fluorada tiene grandes ventajas y aporta muchos beneficios a la salud bucodental de las personas. ¿Cuáles son estas ventajas que comentamos? Los dentistas de Clínica dental SanCal te dan algunas pistas.
El agua fluorada mejora la salud bucodental
- El flúor hace la función de barrera en la superficie de los dientes. Es decir, evita que los ácidos que se desprenden de los alimentos y las bebidas los dañen. De este modo, el agua fluorada se convierte en una manera muy buena de luchar contra la caries dental y, sobre todo en la infancia, la época en la que somos más propensos a contraerla.
- El flúor ayuda a que los dientes se reparen por sí solos, esto es, permiten que el esmalte recupere los minerales que ha perdido de forma autónoma. El agua del grifo se convierte, entonces, en el mejor aliado de toda la familia, al contrario que el agua embotellada.
Las ventajas del agua fluorada están validadas y respaldadas por más de 140 estudios documentados de procedencias diversas. Además, es apoyada por prácticamente todas las organizaciones de salud y relacionada con la seguridad de la población. De hecho, se considera que esta tipología de suministro de flúor es la medida más efectiva de salud pública para prevenir el deterioro de las piezas dentales y mejorar la salud bucodental de por vida. ¿Cómo puedes saber qué nivel de fluoruro contiene el agua de tu zona de residencia? Lo mejor que puedes hacer es pedir información a tu dentista; él o ella estarán informados sobre el tema.
Te estarás preguntando cómo, dónde y porqué comenzó la fluoración del agua. Pues la verdad es que fue Grand Rapids en el año 1945, en el estado de Michigan (Estados Unidos), quien ajustó el contenido de esta sustancia en el agua. Así, esta ciudad estadounidense fue la primera que puso en ejecución la fluoración, elevándola a 1,0 partes por millón (ppm). En el año 2008, más del 72% de la población de Estados Unidos tenía acceso al agua fluorada.
Se considera que el agua fluorada es uno de los motivos por los que la salud bucal de los estadounidenses ha mejorado con el correr de los años. Los empastes dentales, por ejemplo, han disminuido un 50 por ciento desde 1959.
Gracias a estos beneficios preventivos, la fluorización del agua pública es considerada como la medida disponible más eficiente y económica de prevenir caries dentales.
La Agencia de Protección Ambiental ha determinado que la escala «óptima» aceptada de flúor en el agua es entre 0,7 y 1,2 ppm o miligramos por litro. El límite permitido por la EPA en agua pública es de 4 ppm. Respaldado por resultados de más de 140 estudios documentados asumidos en 20 diferentes países durante las últimas décadas, el agua fluorada que cumple estas normas ha sido científicamente comprobada como segura para beber. La fluorización del agua es apoyada por casi todas las principales organizaciones de salud y relacionadas con la seguridad. La fluorización de los suministros de agua de la comunidad es la medida más efectiva de salud pública para prevenir el deterioro de los dientes y para mejorar la salud bucal de por vida.
Otra razón para preocuparse por el consumo de agua fluorada es que las personas están tomando más agua embotellada, que contiene cantidades mínimas de flúor. Los sistemas de filtración en el hogar también pueden eliminar el flúor en el agua de grifo.
Los padres de niños pequeños o bebés deberían estar especialmente preocupados acerca del consumo adecuado de flúor y deberían consultar a su dentista sobre la necesidad de suplementos diarios o un cambio en su dieta. EL costo anual del agua fluorada es aproximadamente de 51 céntimos por persona por año. Los Centros para el Control de Enfermedades estiman que cada euro invertido en la fluorización ahorra 80€ en facturas dentales.