Los pacientes con trastornos del espectro autista (TEA) tienen necesidades especiales en muchos ámbitos, también en el terreno de la salud oral. En casos de pacientes con TEA, el odontólogo tiene la responsabilidad de dar apoyo a las familias y de facilitar una experiencia positiva para todos relacionada con el cuidado bucal. De todas las necesidades de atención médica, la salud bucodental es la menos atendida, y los problemas son más prevalentes entre los niños autistas.
El cuidado bucal en estos casos requiere conocimiento especializado, sensibilidad y, en muchas ocasiones, el uso de estrategias de comportamiento que son adaptadas al individuo. Los dentistas en Clínica SanCal saben cómo tratar los pacientes con TEA, y conocen las necesidades especiales que tienen en la higiene diaria.
¿Qué hay que tener en cuenta en pacientes con TEA?
En primer lugar, es importante que haya profesionales de la odontología que supervisen, con visitas periódicas a la clínica dental, los resultados del cuidado bucal que se está llevando a cabo en el domicilio. El cuidado debe empezar desde la infancia; ¿cómo hay que proceder? Te lo explicamos:
- Elegir un buen cepillo dental: como con cualquier otro niño, debes asegurarte de escoger el cepillo de dientes adecuado. De tamaño pequeño y con los filamentos suaves suele ser la mejor opción. La presencia de un personaje de dibujos animados puede ser que sea un objeto más apreciado.
- La pasta de dientes: elige el sabor que el prefiera. Si no tiene problemas para tragar, preséntale pastas con flúor que protegen mejor contra la caries dental. Para muchos niños con autismo las pastas mentoladas tienen un saber demasiado agresivo y fuerte, pero hay muchas otras opciones en supermercados y farmacias.
- La seda dental: según la separación de los dientes del niño, debes elegir una seda dental más gruesa o más fina. Si los espacios son más grandes, puedes probar con los cepillos interdentales.
- Enséñale: a los pacientes con TEA se les debe explicar la técnica de cepillado con paciencia y de forma divertida. Puedes mostrarle cómo lo haces tú y, poco a poco, dejar que tome las riendas de su propia salud oral. Recuerda que, sobre todo al principio, va a necesitar supervisión constante.
- Establece una rutina: lo mejor que puedes hacer, para no olvidar el cuidado bucal, es establecer una rutina. Así verá que es algo importante y que debe hacerse cada día después de cada comida.
Consulta a tu dentista en Clínica SanCal.